El yoga se convirtió en su refugio en tiempos difíciles y, desde que lo descubrió, le ha acompañado en todas las etapas de su vida: Nueva York, Gran Canaria, y su parada más reciente, Madrid, ciudad a la que acaba de trasladarse. Confiesa que, ahora, se siente otra persona, una más feliz y conectada consigo misma, y esas buenas energías traspasan el objetivo. No te pierdas, en su entrevista más auténtica, a la nueva Aida Artiles.
-Comenzaste en la moda siendo muy joven. ¿Cómo ha cambiado tu relación con ella?
-Hoy tengo una relación diferente con la moda. Después de tantos años y experiencia, la vivo desde otro lugar. Ahora disfruto mucho más que cuando era más joven, y me involucro más a la hora de elegir qué quiero mostrar, cómo quiero ir a eventos o qué quiero expresar a través de ella.
-Has trabajado para muchas firmas de moda, dentro y fuera de España. ¿Qué dirías que hace única a la moda española?
-En la moda española, siempre encuentro su punto clásico, elegante y, al mismo tiempo, cálido y acogedor. Lo interesante de la moda en España es que, según donde vivas geográficamente, verás un estilo diferente, y eso nos hace únicos.
-Además de modelo, eres profesora de yoga. ¿Qué te llevó a enamorarte de esta disciplina?
-Empezó siendo una actividad donde refugiarme, allá por el 2008. Y continuó siendo mi hogar en Nueva York, en 2011, hasta el día de hoy. Fue una revelación. Me llegó muy dentro de mí, me hizo cuestionarme mucho y tirar al suelo gran parte de la identificación que tenía con mi personaje. Me devolvió a la vida, como siempre digo. Me reconcilió conmigo misma, después de muchos años de incomprensión y lucha interna. Por eso, para mí, es una práctica muy poderosa, si se cultiva.
-¿Qué quieres que tus alumnos se lleven de tus clases?
-Que hayan conectado con ellos mismos de la forma más honesta y amable, sintiéndose que están en un lugar seguro.
-Además del yoga, ¿cómo te gusta cuidarte?
-Me gusta la vida en movimiento. Hago deporte. Nada fijo -salgo a correr, entreno fuerza y, a veces, hago clases dirigidas-, pero siempre pensando en lo que necesito para estar bien. También cuido mi parte energética y espiritual, asistiendo a talleres y retiros donde seguir nutriendo y cuidando la salud mental. Y, por supuesto, la alimentación, aunque de una forma mucho más flexible de lo que pueden pensar.
-Te has mudado ahora a vivir a Madrid. ¿Qué nuevos proyectos vas a llevar a cabo ahora, en la capital?
-Así es, he vuelto, pero es como si hubiera venido otra persona. Después de ocho años en Gran Canaria, vengo con una cabeza y una pila diferente. He venido a dar clases y a recibir, y a reconectarme con mi trabajo en moda y todo lo que surja a partir de aquí.
-Tienes buena sintonía con tu hermana, Ariadne. ¿Qué planes disfrutáis haciendo juntas?
-Compartimos muchas cosas. Nos encanta estar en la playa, hablando y, ahora, disfrutando con mis sobrinas; jugar a las palas junto al mar, fruto de la paciencia de nuestro querido padre. Un viaje a su isla favorita, como pudimos hacer este verano. Comer rico, charlar y disfrutar de baños en el mar. También me gusta compartirle cositas de yoga, para que profundice y comprenda su práctica, y compartimos recetas y ungüentos naturales. Y, ahora, de nuevo, volvemos a acompañarnos a eventos de trabajo, que eso siempre es un regalo.
-Tus textos, en Instagram, inspiran a muchas personas cada día. ¿Dónde encuentras la inspiración para escribirlos?
-Si soy sincera, mis primeros años fuera de la isla fueron muy duros para mí, y escribía mucho acerca de lo que sentía cada día. Era una liberación y, probablemente, terapia insconscientemente. Hoy en día, a través de Instagram, siento que puedo llegar a muchas personas y, de forma responsable; mientras yo libero a través de unas letras mis propias experiencias o aprendizajes, ellos pueden verse reflejados y observar que estamos todos en el mismo barco. Mostrarme así, sin más, siento que rompe muchas barreras y nos hace más humanos. Eso es lo que me inspira. Llegar a las personas y moverlas de tal forma, que nos conecte a todas.
-¿Te has planteado alguna vez escribir un libro?
-Me lo han dicho en muchas ocasiones y, a veces, siento que ya está escrito, solo tengo que ordenarlo. Quién sabe…