En 2008 Victoria Beckham presentó su firma homónima y debutó oficialmente como diseñadora de moda con una discreta colección de diez vestidos que, para sorpresa de muchos, lograron sorprender incluso a los más críticos. 16 años después, la exintegrante de Spice Girls ha logrado consolidar su marca y llevarla a lo más alto, desfilando incluso en Paris Fashion Week y ampliando el negocio: en 2019 se adentró en el mundo de la belleza con una marca, Victoria Beckham Beauty, dedicada exclusivamente a productos para el cuidado de la piel, perfumes y maquillaje. Y ha sido precisamente este último proyecto el que ha llevado a la empresaria hasta Los Ángeles para presentar su último lanzamiento.
La británica reunía en la ciudad californiana a un reducido grupo de invitados para conocer el nuevo corrector de Victoria Beckham Beauty en colaboración con la marca cosmética Augustinus Bader. Un exclusivo evento que no se quisieron perder amigas suyas, como Melanie Griffith, ni tampoco sus hijos. Fueron Cruz (19) y Harper (13) quienes esta vez acompañaron a su madre durante la velada.
La esposa del exfutbolista del Real Madrid escogía un traje de dos piezas para la ocasión, un conjunto de su propia firma formado por un pantalón recto y acampanado, a juego con una americana de solapas satinadas. Un body de encaje con un pronunciado escote con el que agregaba un toque sexy a su estilismo formal, acompañado además de un cinturón burdeos y un bolso (el modelo Dorian de su marca) en el mismo color que ahora mismo reina en las tendencias.
Como suele ser ya habitual cada vez que Victoria tiene este tipo de reuniones de trabajo, Harper quiso acompañarla una vez más. Y es que le benjamina de la familia muestra un gran interés en el trabajo de su madre: "Viene a trabajar conmigo, creo que ha sido una esponja y se empapa de lo que hablamos", contaba a WWD. "Harper está obsesionada con la belleza y el cuidado de la piel, y es algo muy bonito que podemos hacer juntas. Nos gusta ir de compras, probar fórmulas y hablar sobre ello".
Por eso la pequeña no podía faltar en esta presentación, para la que además escogió un look inspirado en el armario de la propia Victoria. Y es que a lo largo de los años, la diseñadora ha convertido el vestido negro satinado en su prenda favorita a la hora de asistir a fiestas o eventos de trabajo. Diseños lisos en el tono más oscuro de la paleta que lleva décadas defendiendo y que ayer Harper también lucía con un modelo de la firma de su madre, largo de finos tirantes con abertura central. El mismo que llevó hace unas semanas en la capital francesa, aunque en aquella ocasión era en rosa.
Tan solo un día antes era su madre quien optaba por esta pieza, de nuevo en una reunión de trabajo en casa de Anastasia Beverly Hills, la fundadora de la marca cosmética que lleva su nombre. Lo hacía repitiendo con una creación negra con detalle de encaje blanco, perteneciente a sus colecciones anteriores, y Harper, con un colorido vestido rosa de estampado floral, de la firma D'Angela Panelli.