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Tras la silenciosa noticia de la separación con Dimitri Rassam, con quien se casó con una boda de ensueño en la Provenza en el verano de 2019, la aparición de Carlota Casiraghi durante la Semana de la Moda de París era más que esperada. Como ya es tradición, ha sido una de las invitadas estrella de Chanel, maison con la que ha trabajado durante varias temporadas, de la que es embajadora oficial y a la que acude siempre cuando tiene un acto importante. Si su presencia en las primeras filas para descubrir la colección Primavera/Verano 2025 en el Grand Palais nos ha dejado un momento más que recordar, horas más tarde ha sorprendido a su llegada a un rincón histórico.
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La nieta de la recordada Grace Kelly ha abandonado su residencia en Mónaco por unos días y se ha trasladado a la cuna de la moda; en su agenda profesional hemos encontrado más de una salida en la que los fotógrafos han estado al tanto y en las que su vestuario es digno de admirar (¡y copiar!). Desde el mencionado desfile, en el que ha coincidido con personalidades como Naomi Campbell y Margaret Qualley, a su posado en la gala de apertura de la temporada de ballet en el Palais Garnier. Un evento en el que una vez más ha demostrado por qué se ha convertido en un icono de estilo, continuando el fabuloso legado de su abuela, pero también el de su madre, la princesa Carolina de Mónaco.
En esta ocasión, en la que ha comenzado la temporada del ballet en este enclave tan conocido, Carlota ha confiado en la elegancia de un vestido brillante con el que se ha convertido en la invitada más acertada de la velada en la Opera. Podría tratarse de una creación personalizada por la casa de costura (que ahora prescinden de un director creativo conocido como lo era Karl Lagerfeld e incluso Virgine Viard, al estar en manos del equipo interno de la firma). Cuenta con una falda larga que casi roza sus tobillos, tirantes finos con el aplique de la famosa doble 'c' de Chanel, escote redondeado y corte entallado a su esbelta silueta. Está bañado de pequeñitas lentejuelas azul noche y destaca la franja blanca en el bajo que aporta diferenciación, ¡nos encanta!
Un cambio de look inesperado
Otro detalle que no ha pasado desapercibido es ¡su cambio de look! La última vez que la vimos fue en el mes de mayo, en el Gran Premio de Fórmula 1 celebrado en Mónaco, en aquel momento lucía una larga y desenfadada melena castaña, y ahora se ha presentado con un favorecedor y romántico corte, casi por encima de los hombros, con la raya hacia un lado que le sienta de maravilla a sus facciones. Ha completado su toque beauty con un maquillaje otoñal ideal, enfocado en delineado negro en los ojos, pómulos coral y labios en un tono clarito muy sutil.
En la pasarela
Y, como mencionábamos al comienzo, la que también es conocida bajo el nombre de Charlotte, ha pisado el front row de Chanel enfundada en un original look estampado, mucho más casual al que lució por la noche, con cierto sello pijamero que nos inspira para vestir de forma cómoda y alargar así los días de calorcito en los que podemos seguir presumiendo de piernas. Compuesto por un dos piezas, es una camisa de rayas verticales azules marino y blancas, acompañadas de un short amplio, a sus pies encontramos unas Mary Janes con tacón y puntera bicolor.