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El arte y la sensibilidad estética se respiran en cada detalle del Palazzo Borghese y en cada rincón de la vida de Virginia Valsecchi. Ha crecido viviendo muy de cerca la pasión por el cine de sus padres -los productores Pietro Valsecchi y Camilla Nesbitt-, por eso, no es de extrañar que haya decidido seguir sus pasos en el camino del séptimo arte. Posando con las últimas tendencias, la cineasta nos invita a descubrir su particular universo.
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-Para aquellos que no te conocen, ¿quién es Virginia Valsecchi?
-Soy una productora de 30 años, nacida y criada en Roma, con una profunda pasión por el arte y el cine. Hace cinco años fundé mi productora independiente, Capri Entertainment, y he colaborado con varias figuras destacadas del cine italiano. Actualmente vivo entre Roma y París. Además del cine, me apasionan el arte y el diseño.
-A una edad muy temprana, te has convertido en una voz para tu generación... ¿Cómo vives con este reconocimiento?
-Como creadora, creo que tengo la responsabilidad de idear narrativas que no solo cautiven, sino que también inspiren y eleven. Es importante mostrar modelos que transmitan historias y valores al público.
-Creciste rodeada de cine gracias a tus padres, Pietro Valsecchi y Camilla Nesbitt. ¿Cuándo decidiste estudiar y trabajar como productora de cine?
-El amor por el cine se fue despertando en mí poco a poco. Tengo la suerte de ser hija de dos productores apasionados, que nos transmitieron ese amor a mí y a mi hermano Filippo. Ha sido un privilegio poder absorber ese mundo desde muy joven. Después de la universidad, a los 21 años, comencé mi carrera en esta industria y hace cinco años fundé mi productora.
-Este reportaje se ha fotografiado en el Palazzo Borghese de Roma. ¿Qué significa, para ti, haber crecido en un lugar con tanta historia y qué recuerdos tienes de él? ¿Cuál es tu habitación favorita?
-Se empezó a construir en el siglo XVI. Fue diseñado por el arquitecto Vignola y perteneció a la ilustre familia Borghese, originaria de Siena, que alcanzó prominencia en la sociedad romana. Cardenales, papas, políticos... los Borghese también fueron grandes mecenas de las artes. Muchas de las obras maestras, que ahora admiramos en la Galería Borghese, residieron alguna vez en el palacio. Parte del shoot se ha realizado en el ala que fue la residencia de verano del príncipe Giovanni Battista Borghese, donde se guardaba una parte de la colección de arte de la familia. Esa parte se construyó más tarde, en el siglo XVII, durante el comienzo del barroco romano. Tengo una profunda conexión emocional con este lugar, ya que fue donde celebré la recepción de mi boda. Mi sala favorita es la Galleria degli Specchi, con espejos pintados por Ciro Ferri, Niccolò Stanchi y André Bosman. Fueron traídos de Venecia; estaban muy de moda en ese momento. Las decoraciones de estuco son del escultor Cosimo Fancelli.
“Tengo la suerte de ser hija de dos productores apasionados, que nos transmitieron ese amor por el cine, a mí y a mi hermano. Ha sido un privilegio poder absorber ese mundo desde muy joven”
-Vivir en este lugar mágico ¿influyó de alguna manera en tu visión creativa?
-Al haber nacido y crecido en Roma, mi ojo ha desarrollado una fuerte sensibilidad artística y estética. Roma es una ciudad con muchas capas de historia y esta estratificación es visible en su contexto urbano. Lo veo como una invitación a evolucionar y renovarse constantemente.
-¿Cuáles son tus mayores influencias en el cine?
-La Nouvelle Vague, así como el cine de Bertolucci y el neorrealismo italiano han sido escuelas que siempre he admirado. ¡Hay que estudiar a los maestros!
-¿Cuándo creaste tu propia productora y cuál ha sido tu experiencia favorita dirigiéndola?
-Fundé la compañía hace cinco años. Mi experiencia más bonita fue ver la reacción del público en el estreno mundial de la película Primadonna, en el Festival de Cine BFI en Londres. Habla del empoderamiento femenino y, después de la proyección, presencié una profunda emoción por parte del público. La gente que se sentía inspirada por la heroína de la película. Muchas mujeres se acercaron, me dieron las gracias y dijeron que habían experimentado sentimientos similares a los que retratamos. Se sintieron empoderadas. Por eso hago este trabajo, para conmover a la audiencia y ser parte del cambio.
-¿Qué es lo que más disfrutas de tu trabajo?
-Disfruto creando universos e historias. En este momento, lo que más me fascina es el aspecto editorial. Crear narrativas, dar forma a las historias, elegir personajes. Trabajar en una historia es como esculpir: es un proceso fascinante en el que la materia prima va tomando forma, a medida que la trabajas.
-¿La moda también forma parte de tu vida?
-¡Por supuesto! La moda es un lenguaje instantáneo y creo que hoy, más que nunca, en un mundo acelerado, tanto real como digital, lo que vistes es cómo te presentas al mundo. Admiro profundamente el trabajo de Maria Grazia Chiuri, en Dior. Para mí, es una visión sincera, fuerte y moderna. Cuando uso sus piezas, me siento empoderada. Llevar un vestido suyo en mi boda fue un honor y un privilegio. Admiro su trabajo y su visión de la mujer. Ella entendió mi espíritu romántico, pero fuerte, y lo tradujo en una creación que me acompañará toda la vida. ¡Un vestido de ensueño! Además, fue la primera vez que Dior utilizaba algodón para un vestido de novia.
-¿Cómo describirías tu estilo y cuáles son tus prendas esenciales?
-Diría que es un estilo chic sin esfuerzo. Me apasionan las chaquetas de cuero. Mi uniforme diario está formado por unos vaqueros, una camisa y una chaqueta de cuero negra.
-Vives entre Roma y París. ¿Qué es lo que más aprecias de estos lugares cosmopolitas? ¿Podrías elegir un favorito entre los dos?
-Me llevo lo mejor de ambos mundos. París es una ciudad llena de energía, siempre en movimiento, lo que estimula las ideas, mientras que Roma es más reflexiva y contemplativa. Nunca dejas de descubrirla. Ambas son maravillosas, pero no puedo resistirme a la luz única de Roma.