Por fin ha llegado oficialmente el otoño, época favorita de los amantes de la moda por las novedades y las mil opciones de combinaciones. Desde febrero y marzo, cuando las firmas presentaron sobre la pasarela sus propuestas de Otoño/invierno, sabíamos cuáles son las tendencias que llenarán nuestro armario hasta que llegue el frío de verdad. En rasgos generales, parece que la estética dosmilera pasa después de un par de años de apogeo a un segundo plano. Las firmas apuestan en general por una moda más madura, recuperando siluetas clásicas y sofisticadas. Colecciones que toman la década de los 70 como inspiración o el lujo silencioso de los 90 como base, pero que también tienen la capacidad de sorprendernos. Ficha estas cinco tendencias esenciales que no puedes perder de vista y que te ayudarán a priorizar las nuevas compras de esta temporada.
1. Redefiniendo el estilo 'boho'
Si hay una firma culpable de que todas queramos incorporar esta estética a nuestro armario, es sin duda Chloé. En febrero Chemena Kamali debutaba en Paris Fashion Week al frente de la dirección creativa de la firma francesa, teniendo en mente el alto listón que había dejado antes Gabriela Hearst tras tres años de trabajo. Y lo hizo con sobresaliente, rindiendo un justo homenaje a los orígenes de la casa de modas y estableciendo las nuevas reglas del boho.
Esta tendencia sigue inspirándose en las siluetas setenteras y no faltan en ella elementos distintivos como los volantes o los flecos, pero se aleja de las combinaciones histriónicas de estampados y de colores vistosos, en favor de aquellos tonos tierra y empolvados. Este boho apuesta ahora por neutros, formas femeninas y vaporosas, tejidos lisos... Un giro de tuerca hacia lo chic y lo comedido, menos festivalero y más sofisticado, que también defienden sellos como Isabel Marant, Ulla Johnson o Etro.
En cuanto a prendas no faltan los vestidos de gasa, las blusas románticas, botas de caña alta o bolsos tipo saco, así como también está presente la clásica chaqueta de ante que no pasa de moda, y que este año, rivaliza con la capa como abrigo irresistible para las amantes de este nuevo boho.
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2. El poder de la sastrería
Hace décadas que la moda sartorial dejó de limitarse exclusivamente al armario masculino para ser parte fundamental de las elecciones de las mujeres. Y este otoño hemos observado en la pasarela cómo los trajes van mucho más allá de sus formas más clásicas, apoderándose de multitud de firmas. No es nuevo que Schiaparelli, Saint Laurent o Chanel apuesten por el tailoring femenino, pues llevan haciéndolo casi desde sus comienzos, pero a ellas se suman también una larga lista de sellos que van desde Stella McCartney a Dolce&Gabbana, pasando por Carolina Herrera o Nina Ricci.
Sí, seguiremos llevando pantalones de pinzas y americanas entalladas. Pero también veremos terciopelo, grandes volúmenes, hombreras, siluetas cropped, transparencias... Se dota de sastrería a piezas empoderadoras como vestidos o faldas, con formas que enfatizan las curvas, pliegues estratégicos, colores alternativos al negro, gris o marrón...
Los diseñadores apuestan por agregarle también un toque atrevido, combinando prendas más regias con transparencias o encaje, o bien agregando elementos como guantes, corbatas, pajaritas... Y aunque no fallan los tacones a la hora de conjuntar estos looks, esta temporada observamos también un giro hacia la comodidad, con zapatos o mocasines bajos en el armario femenino.
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3. El rojo oscuro teñirá nuestro armario
Este verano ha sido el color caldera el que ha bañado los estilismos que nos han hecho parecer más morenas, casi como un adelanto de lo que vendrá este otoño, pero en un tono más potente. Y es que la pasarela ha sido unánime: el rojo oscuro, aquel entre el burdeos y el cereza, es el protagonista de un buen número de colecciones. Elie Saab, Giambattista Valli, Ferragamo, Louis Vuitton, Mugler... La lista continúa con firmas que han apostado por él.
Gucci se adelantaba en su línea de Primavera/Verano 2024 con algunas pinceladas y poco tuvimos que esperar para ver cómo este rojo se apoderaba de total looks en los siguientes desfiles. Presente tanto en prendas del día a día como en vestidos de fiesta, tiñe también tanto accesorios como complementos que darán el toque especial a nuestros conjuntos, especialmente si hablamos de bolsos.
Estos se presentan en siluetas de líneas rectas y pulidas, ya sean pequeños bolsos de mano como los que sugiere Chanel o Hermès, o bien en tamaño más grande, como los de Victoria Beckham o Ferragamo. Cuadrados y rectangulares, para añadir sofisticación a nuestros estilismos de cara a los meses más fríos.
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4. Un nuevo Balmoral
No solo es el nombre del castillo escocés que el príncipe Alberto regaló a la reina Victoria y que se convirtió después en el refugio preferido de Isabel II. También es una microtendencia a la que dio forma precisamente la monarca más longeva de Reino Unido con sus atuendos para pasear por la naturaleza, salir de caza o a pescar o disfrutar simplemente de un día en el campo. Colores tierra, azul marino, verde caqui... y sobre todo, un estampado muy característico del estilo Balmoral: los cuadros.
Bailmain hacía suyos los rasgos de esta estética dándole un giro de lo más sofisticado en su colección Otoño/Invierno 2024-25, con los colores neutros como protagonistas de sus prendas con marcadas líneas que poco tienen que ver con el campo. Más casuales eran las propuestas de Chloé, Rabanne o Anna Sui, con chalecos de punto, chaquetas gruesas o abrigos, defendiendo el layering propio de este estilo.
Pero por mucha innovación que propongan las firmas en la pasarela, este nuevo Balmoral no prescinde de sus piezas más clásicas, comenzando con accesorios como el pañuelo a la cabeza y las gafas de sol, dos imprescindibles en los looks que nos dejó para el recuerdo Isabel II. No faltan tampoco las gabardinas y parkas en camel o verde oscuro, las capas, el cárdigan de espiga, las chaquetas de tweed o las botas.
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5. Prendas con textura
Si hay una característica que destaca entre las nuevas propuestas de las firmas para los meses más fríos del año, es sin duda el uso de elementos como el pelo, las plumas, el tweed o el borreguito. Simone Rocha dejaba muy claro en su último desfile su afán por rescatar aquellos abrigos largos de pelo que ya a finales del pasado año se asomaron a las tendencias cuando la estética Mob Wife comenzó a despuntar. Un tejido al que también se apuntan Michael Kors o Alaïa en versionales tanto naturales como sintéticas.
Pero no solo triunfa el pelo, también lo hacen las plumas apoderándose tanto de vestidos de Alta Costura como de la moda prêt-à-porter y transformando prendas aparentemente sencillas. Y aunque quizá resulte previsible el regreso una temporada mes del tweed, sí llama la atención la vuelta de la pana, un reclamo setentero por el que apostaba Tommy Hilfiger en su colección más reciente. Texturas variadas en las que también destacan los diseños drapeados, satinados o de crochet, y que fusionan la elegancia con estilismos comfy.
Merecerá la pena invertir en prendas como un grueso cárdigan de punto trenzado, un vestido lencero de invitada, un chaleco de canalé, y por supuesto, lucir aquellos abrigos de pelo heredados que siempre serán atemporales.