Nada hacía imaginar a aquella adolescente de 16 años nacida en el barrio londinense de Neasden, que una rutinaria visita a la peluquería cambiaría su vida para siempre. Lesley Hornby acudió a un salón de Leonard Lewis en Mayfair simplemente para lavar y retocar su larga melena castaña, pero el peluquero le pidió probar un nuevo corte. La joven era demasiado tímida como para negarse y más aún para admitir que aquel pixie en rubio platino que le había hecho el estilista ni siquiera le gustaba. El fotógrafo Barry Lategan le hizo una foto con el resultado y la exhibieron en la peluquería. Más tarde, la periodista Deidre McSharry del Daily Express se fijó en ella y le propuso hacer un reportaje. Había nacido una estrella.
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