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Estuvieron emparentadas durante el fugaz romance de Poppy Delevingne con Constantino, el hermano de Olympia de Grecia. Y aunque su relación terminó el pasado año, ambas han mantenido su amistad a pesar de todo. Las excuñadas suelen aparecer juntas en eventos como Wimbledon o aquellos relacionados con una de sus grandes pasiones: la moda. Por eso esta semana volvían a coincidir en London Fashion Week como invitadas al estreno del documental In Vogue: los años 90, una cita en la que tanto la princesa como la empresaria rescataban una de las tendencias que sacudió el panorama FASHION hace tres décadas: el grunge.
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La hija de Pablo y Marie-Chantal de Grecia dejaba a un lado sus conjuntos más clásicos para decantarse por una minifalda asimétrica en verde militar que combinaba con una chaqueta bomber y unas botas altas de piel con suela chunky. Un estilismo con un toque rebelde que casaba con el que escogía la hermana de la modelo Cara Delevingne, con un vestido estampado de Burberry, gabardina de solapas y las mismas botas que Olympia pero en color negro.
Piezas pertenecientes a las últimas propuestas de la firma británica, que en su colección Otoño/Invierno 2024 sacudía la pasarela con una línea dedicada íntegramente a su estampado de cuadros y rayas, repleta de looks a capas que recuperan la estética grunge de los 90.
"Camisas de leñador con botas de campo, faldas andrajosas y ropa interior a la vista", así definía la prensa esta tendencia en aquella década. Una estética que tenía de referentes a figuras como Kurt Cobain y Courtney Cox -este año precisamente es el 30 aniversario de la muerte del vocalista de Nirvana-, y se alzaba como una forma de expresión y también protesta contra el glamur y los convencionalismos sociales.
La tendencia 'grunge' en pasarela
Casi también como una protesta hacia la fiebre por las prendas de los 2000 que en los últimos años nos han avasallado, la moda parece que relega al estilo Y2K a un segundo plano para ponerse nostálgica. Y es que no solo Burberry ha definido su colección completa con un nuevo grunge, también Dior sorprendía con su línea Crucero 2025 haciendo lo propio, así como Rabanne o Diesel.
Muy lejano queda ya aquel desfile de Primavera/Verano 1993 que Marc Jacobs ideó para Perry Ellis, con el que tacharon la creatividad del diseñador estadounidense de locura. Por aquel entonces el modisto solo tenía 29 años y decidió dar un giro de 180 grados a la marca, más afín al estilo de vida adinerado del Upper West Side, apostando por la estética grunge que azotaba el panorama de la época y que algunos se negaban a calificar como moda. Aquel fue bautizado como el primer desfile viral, protagonizado por iconos como Naomi Campbell o Kate Moss y repleto de anécdotas: una presentación con decisiones improvisadas sobre la pasarela, como la de cortar el vestido de Carla Bruni segundos antes de salir a escena.
De cara a este otoño, el estilo grunge se perfila manteniendo parte de su esencia: los cuadros continúan siendo el print estrella, así como el layering (vestirse a capas) o las prendas asimétricas y de bajos deshilachados. Pero lo desaliñado ahora se transforma también en chic con combinaciones que mezclan tejidos y texturas, incorporando piezas como chaquetas de cuero con amplias faldas, camisas vaqueras con encaje, bermudas con botas, transparencias...