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Íñigo Onieva y Tamara Falcó en una boda© @tamara_falco

Tamara Falcó, la invitada de otoño perfecta con el vestido que sí permite ir de blanco a una boda

La marquesa de Griñón ha puesto en práctica 'la regla del 30%' en su última elección


17 de septiembre de 2024 - 11:30 CEST

Después de un verano descubriendo rincones del mundo como Seychelles, Maldivas o Colombia junto a su marido Íñigo Onieva, Tamara Falcó ya se encuentra de vuelta en Madrid. Ha regresado a la rutina retomando sus apariciones como colaboradora en El Hormiguero, debutando en Got Talent y volviendo a aparecer en eventos como la fiesta por el 50 aniversario de Pedro del Hierro, firma con la que trabaja desde hace varias temporadas. Pero este fin de semana quiso reservar un hueco en su agenda para no perderse el enlace de unos amigos, una boda con la que la empresaria cierra sus citas de invitada de verano, algo que reafirmaba con su conjunto.

Tamara Falcó en una boda© @tamara_falco

Para la ocasión dejó a un lado los vestidos vaporosos y ligeros que han protagonizado sus estilismos durante las vacaciones, para decantarse por un diseño que no puede ser más otoñal. No solo por su silueta midi de manga francesa y corte evasé, sino también por el color que lo baña. Y es que Tamara también ha caído rendida al burdeos que esta nueva temporada tiñe la moda, alzándose como uno de los tonos esenciales de los próximos meses.

Íñigo Onieva y Tamara Falcó en una boda© @tamara_falco

La hija de Isabel Preysler se enfundaba en una creación de la firma española Caryo Woman, un vestido bautizado como Olivia que forma parte de la colección Edén (79,90 euros), orientada precisamente a invitadas de otoño. Y aunque presenta un aire sobrio por delante con hombros marcados y un cuello redondo elevado, por detrás cuenta con una original abertura en la espalda.

Vestido Olivia de Caryo© Caryo Woman

Un vestido que la también chef acompañaba con una sandalias de tacón con detalles de pedrería, de la firma Martinelli y diseñadas por Redondo Brand (189,95 euros), y con el que se encomendaba a la regla del 30% que aconsejan las expertas a la hora de llevar blanco a una boda. "Se puede llevar con un estampado o combinado con un color que ofrezca mucho contraste, pero sobre todo que no supere el 30% del conjunto porque entonces destacaría demasiado", nos explicaba Piluka de Echegaray, experta en imagen personal, estilista y consultora de moda. Una fórmula que Tamara ha aplicado con total éxito.

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