El buen gusto, la elegancia innata, la belleza y el éxito recorren sus venas. Kaia Gerber es uno de esos rostros que no pasan desapercibidos en cualquier lugar, al igual que su impecable vestuario, que hoy vuelve a enamorarnos. Aunque comenzó a dar sus primeros pinitos (y sigue haciéndolo) en el mundo del modelaje aliándose con las marcas más importantes, también se ha aventurado a la interpretación, motivo por el que lleva unos días acudiendo al Festival de cine de Toronto en el que ha coincidido con otras estrellas como Sydney Sweeney y Naomi Watts.
Para esta última cita con el Séptimo Arte, la Nepo Baby ha sorprendido a su llegada enfundada en un impresionante vestido blanco que potencia su esbelta figura y sus delicadas curvas. Es una de las grandes afortunadas de conocer en primera persona las tendencias que triunfarán cada temporada, porque su poderoso apellido y el consolidado currículum que lleva a sus espaldas le ha abierto las puertas a postularse como un auténtico referente de estilo al que no perder la pista. Si sus conjuntos casuales para pasear por las avenidas de Los Ángeles ya nos inspiran, cuando se trata de una fiesta de este calibre en el que los paparazzi están al pie del cañón, se convierte en inspiración para futuros eventos especiales.
A pesar de tener una estrecha relación con las casas de moda, desde Chanel a Saint Laurent, Chloe y Valentino, parece que en esta ocasión ha preferido dar un paso más allá. Resulta que este diseño de tirantes, corpiño encorsetado y falda muy ceñida que casi roza sus tobillos, no es ninguna novedad que ha subido recientemente a la pasarela durante Fashion Week. Kaia se ha colado, una vez más, en el armario de una de las modelos más icónicas de los años noventa, el de su madre, Cindy Crawford.
Un recordado momento de los noventa
Con la ayuda de su estilista de confianza, Molly Dickson, ha rescatado de la amplia colección de la top model esta maravillosa obra de arte tan femenina y sensual que diseñó el recordado modista francés Hervé Léger, el creador del famoso vestido bandage que se popularizó en la época de los noventa. Pero, ¿por qué nos resulta un momentazo FASHION digno de contar? Porque este look blanco fue la elección estrella de Cindy para lucir aquel día en el que acompañó a su entonces pareja, el actor Richard Gere, a la gala de los Anual Academy Awards de 1993 celebrada en Los Ángeles.
Entre las similitudes que encontramos, además de su gran parecido físico y esa sonrisa tan espectacular que ha ocupada decenas de campañas de moda y belleza alrededor del mundo, ambas llevaron la melena suelta, un maquillaje favorecedor con labios rojizos y lo completaron con un sencillo collar de pequeños diamantes que aportó luz al rostro. Nos encanta que Kaia haya rebuscado entre los tesoros con los que triunfó su madre, ojalá vuelva a regalarnos más anécdotas como esta.