Jennifer Lopez se dejó ver ayer, junto a su hija Emme, paseando por las calles de Los Ángeles. Hace apenas dos días, hablábamos del sofisticado look de invitada que nos mostró la cantante, idóneo para ambientes nocturnos. Obra de Dior que, por supuesto, soñamos con llevar en la más elegante de las ocasiones. Sin embargo, aunque adoremos ese tipo de confecciones, las que buscamos, en realidad, no son otras que las más sencillas y cómodas, que nos permitan soportar largas jornadas sin cambios de vestuario. Y, como no podía ser de otra forma, la natural de El Bronx ha puesto a nuestro alcance la más acertada.
Una conjunción que si bien a priori puede resultar básica en extremo, nos salvará de más de un quebradero de cabeza en términos de estilo. Además, a pesar de que hay quienes ya están tratando de fichar las novedades de sus firmas favoritas para el otoño, algunas seguimos intentando hallar la prenda idónea para poner punto y final al estío con buen pie. Y, sin duda alguna, esta es.
Nos referimos a un vestido negro de bajo infinito, pero no uno cualquiera. La protagonista de la comedia romántica Marry Me no dudó en abanderar el uso de una delicada creación de tirantes finos de lo más atractiva. Una pieza de prominente escote, busto ceñido para realzar la silueta al máximo, falda con movimiento y espalda al descubierto con un simétrico patrón de tiras. Sin duda alguna, si eres de las que adoran las elaboraciones en las que se tienen en cuenta los detalles, te recomendamos emular la propuesta de la también bailarina antes de que termine el verano.
En lo que a complementos se refiere, la empresaria estadounidense culminó su ecuación con sandalias de plataforma, bolso de mano de grandes dimensiones, gafas de sol en clave XXL y joyería dorada. En cuanto a apuesta beauty, esta vez, nos cautivó con su melena a capas suelta, una opción perfecta si se quieren añadir grandes dosis de naturalidad y desenfado al resultado final.