Fue una de las top models que marcaron la década de los 90 y que inevitablemente ha influido también en las decisiones laborales que sus hijos han tomado. Y es que tanto Kaia Gerber (22) como su hermano Presley (25) decidieron seguir los pasos de Cindy Crawford sobre la pasarela. Convertidos hoy también en modelos, los tres están unidos por una conexión especial que se refleja en cada aparición que hacen juntos. Especialmente en lo que respecta a la benjamina, pues no solo comparte con su madre la misma profesión, sino también un gusto similar en cuanto a estilo.
Con su 1,77 de altura heredado de Cindy Crawford, Kaia ha desfilado para algunas de las casas de moda más importantes: de Saint Laurent a Chanel, pasando por Marc Jacobs o Miu Miu. Pero además trabaja a menudo junto a su progenitora, pues ambas coinciden como embajadoras de algunas marcas. Sin ir más lejos, las dos acudían hace unos días a los Juegos Olímpicos en París para asistir a un evento de la firma Omega, una fiesta en la que coordinaron sus estilismos con dos vestidos negros de aires lenceros.
Y algo similar hacían este fin de semana durante una boda celebrada en el idílico paraje del lago Muskoka, en Ontario. Era la prima de Kaia y Presley, Chase Gerber, quien se daba el 'sí, quiero' en plena naturaleza y al atardecer. Una ceremonia para la que tanto Cindy Crawford como su hija se decantaron por diseños de silueta similar: dos vestidos de gasa con finos tirantes, tela fluida y una caída con volantes de lo más favorecedora.
La supermodelo de 58 años escogía una pieza de silueta midi con un vistoso estampado floral, una opción de lo más acertada para una boda en mitad del bosque. Un diseño que combinaba con unas sandalias de tacón nude, sin duda un calzado muy práctico gracias a lo sencillo que resulta conjuntarlo con cualquier pieza, ¡un auténtico must en el armario de las invitadas!
Kaia, sin embargo, prefirió un diseño liso para la ocasión. Si algo ha demostrado la pequeña de la familia Gerber-Crawford en los últimos años, es su gusto por las prendas clásicas, los colores neutros y el minimalismo. Rara vez la vemos con piezas en tonos vibrantes o llamativos prints: lo suyo es pasión por el lujo silencioso y volvía a dejarlo claro con este sofisticado vestido en verde abeto con volantes asimétricos en la falda.
Un conjunto sencillo pero exitoso, que completaba con unas sandalias de tacón kitten destalonadas. Y es que Kaia suele huir del calzado alto en favor de modelos como las bailarinas planas o los zapatos de altura sensata, pues andar en tacones -y a pesar de su profesión- es una tarea con la que no termina de sentirse cómoda. De hecho, hace tiempo confesaba en una entrevista que tuvo que tomar clases para aprender a hacerlo: "La lección clave es no mover las caderas, pero resultó todo un reto para mi", aseguró.