Hace unos años, tal vez hubiéramos dicho que los collares de perlas nos recordaban a nuestras abuelas o a cualquier otra mujer elegantísima del siglo pasado. Después de todo, fue Coco Chanel quien universalizó estas esferas nacaradas desde la casa de modas que fundó en 1932. Su reputación era la de una piedra discreta, incluso señorial, pero las pasarelas modernas han sabido darle la vuelta a esta historia. Este verano, las lucirás sin importar cuál sea tu estilo porque (te lo promete una experta) encajan en prácticamente todos los looks.
Por qué están de moda las perlas (un año más)
Son miles las reinterpretaciones contemporáneas de las perlas. Las vemos en pendientes, pulseras y cinturones, bordadas sobre chaquetas y adornando nuestros zapatos más sofisticados. Sin ir más lejos, atrás quedaron esos días en los que se consideraba de mala suerte llevarlas con tu vestido de novia. Por su carácter atemporal, cada mujer puede darles el significado que desee.
Que se lo digan a Madonna, que en los 80 combinaba largos collares de perlas con corsés y crucifijos, una imagen radicalmente opuesta a la que había popularizado Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes 20 años antes. Las perlas demostraron ser versátiles y eternas.
Chanel, Gucci, Jean-Paul Gaultier, Bottega Veneta...se nos hace imposible contar las grandes firmas que han apostado por las perlas entre sus novedades para la temporada Primavera/Verano 2024, y es evidente que este furor bautizado como pearlcore no solo ha afectado al mercado de la moda sino también, como es lógico, al de la joyería. Tanto así que forma parte de la rompedora estrategia de Pandora para conquistar a una nueva gama de compradores.
Joyas eternas de lujo asequible
Desde su creación en 1982, Pandora ha pasado de tener una única tienda en Copenhague a ser la empresa de joyería más grande del mundo en términos de volumen, pero ese primer puesto del podio le llegó después de que desarrollara una consciencia de marca que trascendiera la mítica pulsera con dijes, su producto estrella. La firma danesa se está aventurando con materiales que, hasta hace poco, no formaban parte de su ADN; entre ellos, el oro y su complemento perfecto, la perla.
De esta necesidad de innovar nació Pandora Essence, una colección de 50 piezas que se define por siluetas orgánicas, inspiradas en el dinamismo de la naturaleza. Es una apuesta diferenciadora dentro de su catálogo, puesto que a la plata de primera ley que está presente siempre en sus creaciones, se le suma un cálido baño de oro de 14 quilates.
Las perlas cultivadas de agua se tratan blanqueándolas, para mejorar su brillo, un vestigio más de su realización artesanal. En el proceso de experimentar con materiales a los que no estaban tan acostumbrados, también se prueban distintas técnicas para mejorar su durabilidad.
Esta innovación se ve reforzada por su intención de seguir siendo una marca asequible sin sacrificar ese componente aspiracional: los delicados pendientes colgantes de perlas barrocas se venden por 139 euros, mientras que el colgante de círculo en pavé con una perla central tiene un precio de 119 euros. "Somos una marca de lujo accesible que trabaja para que las joyas de alta calidad estén disponibles para personas de todo el mundo. Queremos mostrarnos consistentemente en ese mensaje", explicó la directora de marketing de Pandora, Mary Carmen Gasco-Buisson, al portal especializado The Business of Fashion.
La estética sofisticada de sus nuevas joyas y la trazabilidad de los materiales que utilizan son dos pilares principales de la estrategia que ha seguido Pandora, un plan de acción en el que interactúa el lujo con la sostenibilidad y no puede existir el uno sin el otro. Desde 2022, los diamantes de la marca se cultivan, cortan y pulen en laboratorio utilizando energía renovable y tanto la plata como el oro que componen las piezas son reciclados al 100%. Contraria a la cultura imperante de los dupes (imitaciones), la firma danesa apuesta por collares, anillos y pendientes duraderos y elegantes para este verano y los que sigan, el perfecto híbrido entre artesanía y tendencia.