Si por algo se caracteriza el estilo de la prima de los príncipes Harry y William, es por su capacidad de sorprender con conjuntos en los que suele primar lo diferente. Desde vestidos customizados por ella misma a piezas alquiladas, pasando por sus ingeniosas combinaciones con básicos o su guerra a los tacones en la alfombra roja, donde a menudo posa con mocasines o bailarinas planas. Esta semana Amelia Windsor volvía a acaparar miradas en la capital inglesa durante su paso por el Museo Victoria & Albert de Londres, donde el miércoles se inauguraba la exposición en honor a los 40 años de carrera de Naomi Campbell. Un evento que reunió a rostros conocidos de la escena británica, entre los que destacó la nieta de Eduardo de Kent con su forma maestra de acertar con la estética coquette que este 2024 domina buena parte de las tendencias.
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Gestado en redes sociales e inspirado en el estilo convencionalmente hiperfemenino, donde predomina el rosa, los tonos pastel, los volantes o los lazos, el estilo coquette ha logrado colarse esta temporada tanto en la pasarela de la mano de grandes firmas como Chanel o Prada, como en infinidad de tiendas. Y por supuesto, también en la alfombra roja como comprobábamos hace unas semanas en el Festival de Cannes. Esta vez ha sido Amelia Windsor la encargada de defenderlo con un vestido largo y satinado de inspiración lencera. Un modelo de finos tirantes con lazada y escote en pico, adornado por volantes.
La modelo e influencer es una auténtica defensora de la moda sostenible e intenta que su armario esté compuesto casi en su totalidad por prendas de firmas respetuosas con el medio ambiente. Y en esta ocasión cumplía el requisito de nuevo: el vestido que lucía es una creación de la marca británica Damson Madder, en concreto el modelo Kiki (125 libras). Una silueta estampada con pequeños lazos en color blanco, que la aristócrata combinaba con un bolso totalmente inesperado.
En lugar de los pequeños clutch que suelen acompañar estos conjuntos de invitada, la joven de 28 años escogía un original diseño en forma de casa perteneciente a una de sus firmas favoritas. No es la primera ocasión en la que confía en Lulu Guinness, una diseñadora británica especializada en accesorios con un carácter especial. El que lleva es el bolso Portobello, confeccionado en satén con detalles bordados en forma de caja (345 libras). Igual de vistoso era el calzado con el Amelia completaba su estilismo, en esta ocasión ganando centímetros de altura con unas sandalias brocadas de tacón ancho y plataforma XL en diferentes tonos de rosa y naranja, con detalles metalizados. Dos accesorios muy sorprentes con los que personalizar de manera arty su romántico vestido.