El boho chic está de vuelta. Una tendencia que, este año, regresa con sus características confecciones fluidas con movimiento a cuestas, aunque sin tanto estampado. Se defenderá, por tanto, a lo largo de la presente estación de una forma más minimal, mezclando sofisticación y feminidad. Corriente que invita a abanderar los contrastes en lo que a texturas se refiere: encajes, volantes, transparencias…¡Todo en un único estilismo! Esta es, sin lugar a dudas, el momento clave para desempolvar tus prendas más relajadas del armario y reciclarlas como nunca antes. Un movimiento impulsado, de nuevo, por casas de moda como Chloé o Saint Laurent al que estrellas como Emily Ratajkowski no han dudado en sumarse.
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La modelo estadounidense se dejó ver ayer por las calles de Nueva York con una interpretación de la estética con la que estaremos dispuestas a vivir la temporada más bohemia. Se trata de una versión de la corriente que si bien es del todo sorprendente, tiene algo que hará que cualquier adepto a la industria busque acogerla de acuerdo a su propio estilo. La también intérprete se ha apoderado de un diseño español que, de seguro, se agotará en tiempo récord.
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Hablamos de una creación de aires setenteros, con tirantes finos y escote en pico elaborada en tejido de algodón y lino perteneciente a Mango. Un vestido blanco de falda asimétrica evasé con motivos florales bordados que llama a respirar suma frescura, perfecto para hacer desaparecer los quebraderos de cabeza veraniegos en términos de indumentaria, puesto que estamos frente a un lanzamiento que llevaremos tanto en ambientes desenfadados como formales, elevando o rebajando el cóctel, por supuesto, con la ayuda del calzado y los complementos.
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Es cierto que muchas de nosotras nos hubiésemos subido a unas botas cowboy repletas, claro está, de flecos, para rematar la ecuación. Sin embargo, la estrella americana nos deleitó con una combinación que no esperábamos: sumó a su magnético look unas zapatillas Puma en rojo. Una elección inequívoca que culminó con joyería dorada y gafas de sol de efecto degradado en tonos amarillentos y anaranjados. Una vez más, demuestra que es la reina absoluta a la hora de lucir piezas tan estivales como delicadas con calzado deportivo.