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Por primera vez, una ciudad española fue sede de uno de los históricos desfiles Crucero de Louis Vuitton, conocidos por celebrarse en escenarios tan idílicos que se acumulan en nuestra lista de viajes pendientes. Le tocó el turno a Barcelona, concretamente al espectacular Park Güell de Gaudí, y el resultado fue todo un homenaje a nuestro país; en palabras de la maison: al "fervor de sus colores y su fidelidad a la tradición elevada a expresión artística". Como era de esperarse, aterrizaron en la capital catalana embajadoras internacionales de la talla de Sophie Turner o Chloë Grace Moretz, pero nuestros ojos se posaron directamente en ese front row con acento español.
© Juankar GibsonUna deslumbrante Eugenia Silva en el desfile de Louis Vuitton en Barcelona
No podía faltar entre las invitadas al desfile Crucero 2025 de Louis Vuitton Eugenia Silva, quien desde hace años mantiene una excelente relación con la casa y ha estado en varios de sus eventos importantes, como la inauguración de la exposición Time Capsule en Madrid, por allá en 2018. La modelo extremeña posó como solo ella sabe hacerlo en uno de los preciosos rincones modernistas del Park Güell, ornamentados por el meticuloso trencadís del maestro Gaudí, y desveló así el look, ideado por Nicolas Ghesquière, con el que quiso vivir en primera persona este histórico momento en la moda.
Fiel a los cortes clásicos con ese toque de tendencia más transgresor, se decantó por un conjunto color crudo que, por minimalista que parezca, destella en contacto con la luz gracias a sus apliaciones dispersas de strass sobre ambas piezas.
© Juankar Gibson- El vestido de Eugenia Silva en la boda de Tamara Falcó, una ‘obra de arte’ de alta costura
El tándem estaba compuesto por una blusa de cierre de cremallera en el escote y románticas mangas largas ligeramente abullonadas y cerradas en puño, a juego con una falda fluida de bajo asimétrico que contribuyó a estilizar todavía más, si es que era posible, las piernas de la modelo y estilista. A contraste, eligió como complementos unas botas de tacón en punta fina color negro y uno de los bolsos de mano más icónicos de Louis Vuitton, el modelo Petite Malle (4.800 euros).
Se distingue por su forma, inspirada en los baúles de viaje que consolidaron a esta empresa familiar hace dos siglos, y también por sus detalles insignia, como la lona Monogram Reverse o las piezas metálicas de color dorado.
