Ni la de los premios Oscar ni tan siquiera la del Festival de Cine de Cannes. La alfombra roja más esperada de todas siempre es la de la Gala Met. ¿Por qué? Porque aunque los afortunados asistentes deban ceñirse a la temática, las celebrities, sus estilistas y maquilladores no pierden la ocasión de sacar toda su imaginación y creatividad para lograr looks maravillosos que terminan por pasar (en su mayoría) a la historia de la moda.
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-MET Gala 2024: los momentazos virales y las anécdotas que no te puedes perder
En esta ocasión, el dress code era las Bellas durmientes: el despertar de la moda, inspirada en El Jardín del tiempo, la obra escrita en 1962 por el novelista inglés de ciencia ficción, J.G. Ballard, por lo que la escalinata del Museo Metropolitano de Nueva York se llenó de maquillajes muy brillantes, estrellas caracterizadas de personajes de fantasía (como Karol G, quien acudía por primera vez. vestida de elfa) y de vestidos románticos adornados con flores. Eso sí, aunque hubo diseños impresionantes, ninguno era tan bonito como con el que impactó Phoebe Dynevor.
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La actriz británica pareció dar rienda suelta a su romanticismo y recordar su personaje en Los Bridgerton al escoger para la ocasión un vestido precioso de Victoria Beckham. No es la primera vez que Phoebe Dynevor recurre a sus diseños (lo hizo, por ejemplo, en la fiesta previa a los premios BAFTA), pero nunca antes había lucido una pieza tan especial. Esto es así, porque se trata de un vestido personalizado por la propia Victoria Beckham con el que la diseñadora ha hecho un guiño a la temática de este año, Bellezas Durmientes. La silueta etérea ha sido hecha a mano a partir de encaje de archivo y está adornada con más de 300 aplicaciones de flores de este tejido, cortadas y cosidas a mano en una base de tul que se extendía por todo el vestido, incluyendo la larga cola que ha arrastrado por las escaleras del museo.
El vestido se ha convertido en uno de los favoritos de la alfombra roja por conseguir cumplir con la temática y, al mismo tiempo, no abandonar la sencillez y elegancia que caracteriza a Phoebe, quien además de llevar perfectamente este diseño rosado con formas asimétricas y tejido semitransparente con el que ha dejado su espalda al descubierto, la actriz también ha sabido combinarlo con el beauty look ideal: un moño anudado peinado hacia atrás y un maquillaje a manos de Charlotte Tilbury Beauty en el que sobre todo, destacaban los labios rosados.