Estaba algo desaparecida de los eventos... pero Kendall Jenner ha regresado a las alfombras rojos por todo lo alto y dispuesta a revalidar su título de "la modelo más rompedora del panorama internacional". La hermana de Kim Kardashian, igual que esta y Kylie Jenner, ha sido una de las invitadas a la MET Gala 2024, donde ha impactado con su vestido negro de encaje y escote (trasero) imposible. Pero no ha sido el único look que ha lucido en esta noche en la que se corona, una vez más, como la única capaz de llevar estos diseños imposibles.
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Bohemia y algo Morticia Addams por delante, ultra sexy por detrás. Así es el vestido de pedrería que Kendall ha elegido para esta alfombra roja inspirada en la fantasía y en la belleza de lo efímero (no en vano se llama The Garden of Time en referencia a "aquellas prendas tan frágiles que no pueden volver a usarse jamás y que, por tanto, se convierten en bellezas durmientes de los escrupulosos archivos del Instituto del Traje"), un diseño de 1999 de Givenchy que no podía sentarle mejor pero que, efectivamente, relevaba mucha de su anatomía.
El vestido combina zonas bordadas con cristales sobre tul con otras partes que, en ausencia de estos detalles, deja a la vista la piel de la modelo. Ese cut out que rodea su cuerpo a la altura de la cadera y crea el efecto de que, en vez de un vestido, se tratara de un dos piezas, muestra el abdomen liso de Kendall, pero también sus glúteos, tal y como han podido comprobar los fotógrafos cuando la top se ha girado para posar ante ellos.
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A pesar de que la larguísima melena y los flecos que salen de los hombros cubrían en cierta medida la transparencia posterior, se percibe la anatomía de la modelo, quien manda un mensaje de seguridad absoluta con su cuerpo con este vestido... y también con los dos que ha lucido en la fiesta posterior a la gala.
Los dos minivestidos escotadísimos de Kendall
El primer lunes de mayo, cuando tiene lugar la MET Gala cada año, los lookazos no solo se ven a las puertas del Museo Metropolitano sino que, igual que sucede con citas como los premios Oscar, tras el evento principal, se celebran otras fiestas organizadas, normalmente, por marcas o celebrities. También en estas after parties las invitadas lucen sus mejores galas, que en general suelen ser looks más sexies y atrevidos que el previo.
En el caso de Kendall, era complicado superar el look de alfombra roja, aunque los dos estilismos posteriores no se han quedado demasiado atrás. Después de la MET Gala, fue fotografiada en el barrio de Tribeca con dos minivestidos blancos de lo más especiales: un diseño de 1997 de Givenchy con cuerpo inspirado en las alas de un ángel (¿o de una superheroína?) y falda asimétrica, y otro de Andreas Kronthaler para Vivienne Westwood de encaje e inspiración lencera. ¿La conexión entre los tres looks? Además de las sandalias, que son las mismas, ambos contaban con escotes muy especiales.