Hay logros que marcan una vida y una carrera, y, desde luego, que Meghan Markle te llame para diseñar sus dos vestidos de novia en su boda con el príncipe Harry, es uno de esos "antes y después". Sin embargo, a Clare Waight Keller el prestigio en la industria de la moda le venía de mucho antes. Igualmente erar anterior su habilidad no solo con el lápiz o los patrones, sino también con el estilismo, lo comunicación, la imagen de marca... De hecho, cuando le preguntamos por los hitos de su trabajo, no menciona ese momentazo royal -que además le reportó el premio a la diseñadora del año en los British Fashion Awards-, sino que enumera las lecciones obtenidas en su paso por todas las casas para las que ha trabajado, una larga lista que ha llevado a esta inglesa de Londres a Nueva York y París, y que, ahora, gracias a su última alianza con el gigante japonés Uniqlo, le ha permitido vivir unos meses en Tokyo. Es en la capital francesa, ciudad de la luz y de la moda, donde nos encontramos con ella para descubrir la nueva línea Uniqlo:C y charlar sobre su pasado, su proyecto presente y el futuro de un negocio que en está cambiando las tendencias efímeras por el lujo invisible y las piezas vintage.
- Elegimos las seis tendencias que no te puedes perder este otoño/invierno 2023
De estilista en Estados Unidos...
Tras estudiar moda en la Universidad Ravensbourne y un máster en la prestiosa Royal College of Art, Clare Waight Keller voló de su Londres natal a Nueva York para trabajar como estilista de la línea femenina de Calvin Klein. Ahí, y siempre de la mano de los mejores, es donde comenzó ese aprendizaje constante del que hablábamos. "Cuando estuve en Calvin Klein, todo se basaba en eñ marketing; se trataba de la imagen e identidad de marca. Ralph Lauren [casa en la que fue estilista de hombre] se centraba en los patrones y el tejido. Con Tom Ford [que la fichó para Gucci en 2000], los focos eran la silueta y el estilismo. Cada firma para la que trabajé en esos inicios tenía un elemento clave diferente", nos cuenta la diseñadora, que, en 2004, se convirtió en directora creativa, llevando todos estos elementos consigo y sumando más.
"En Pringle of Scotland (2004), entendí la herencia y cómo hacerla moderna. Chloé (2011-2017) versaba sobre la feminidad y ese estilo relajado que define a las parisinas. Givenchy [donde fue la primera mujer directora creativa] era costura, peso y raíces (...)", recuerda sobre su larga trayectoria. Más de tres décadas de recorrido en las que la industria ha cambiado muchísimo: "Ahora [por la globalización y las redes] la competencia es feroz. Pero creo que la moda global va a desaparecer: la gente joven, por ejemplo, está comprando piezas vintage para poder diferenciarse. Por eso, más que perseguir la tendencia, lo que debemos hacer es proporcionar piezas buenas con las que puedan configurar su estilo personal".
... al último fichaje de la moda japonesa
"Lo que más me gusta de mi carrera es que he hecho cosas diferentes y he sido capaz de enfrentarme a ellas desde distintos ángulos. Siempre he estado interesada en el cambio y en retarme. Y por eso elegí este nuevo proyecto", afirma. Se refiere con esta última frase a su colaboración con Uniqlo, marca japonesa para la que, tras 18 meses trabajando, lanza este 15 de septiembre la nueva línea Uniqlo:C. Una colección en la que, nos cuenta, ha tomado algunas de las referencias de sus trabajos previos -patronaje vs. tejidos fluidos, minimalismo vs. romanticismo, estilo casual y cómodo...- para crear un armario femenino pero cómodo y, sobre todo, que funcione todo el año. El epitome de una macrotendencia que nos ha impulsado a cambiar los taconazos por las zapatillas y a priorizar un consumo consciente frente a las modas pasajeras.
Tres básicos para vestir bien siempre, por Clare Waight-Keller
"El objetivo al crear esta colección", repite la diseñadora varias veces a lo largo de la presentación, "era que pudiera usarse en cualquier temporada". Para lograrlo, la inglesa se ha apoyado en tejidos fluidos que resulten fáciles de superponer según el clima, en gamas de tonos que, como el colorido de las estaciones, fluyan naturalemente de unas a otras, y en patronajes muy estudiados que, sumando aspectos de la ropa de hombre, impulsen esta versatilidad. "La gabardina, por ejemplo, tiene corte masculino en el brazo porque así puede llevarse con un suéter grueso debajo, pero sin resultar demasiado oversized", explica sobre el que es uno de los tres básicos que escogería de su línea. ¿Los otros dos? Un vestido vaporoso -el espíritu de Chloé está muy presente en sus nuevos diseños- y una falda larga y plisada como la que ella misma lleva en el evento.
Suéteres de cuello alto, conjuntos de punto, pantalones rectos, blusas fluidas, mocasines y botas... La colección -compuesta por 28 looks- incluye todas las piezas necesarias para un vestidor completo y que nunca pase de moda; incluso encontramos los jeans "perfectos", una prenda que no suele ser tan habitual en las colaboraciones entre firmas de mass market con diseñadores de costura. Todos los diseños son sencillos y no tan de tendencia, una forma de entender la moda que une a la marca japonesa con su nuevo fichaje. "Uniqlo destaca por sus diseños atemporales, auténticos, y creo que hasta cierto punto esta es también mi filosofía. Incluso cuando trabajaba en otras firmas más de tendencia, en el fondo estaban estas piezas atemporeles. Ha sido como condensarlas en una única cápsula", resume Clare.
Lo que no será una única es la alianza entre la marca japonesa y la diseñadora inglesa, que ya está dando forma a su próxima colección Uniqlo:C. A pesar de los retos a los que se ha enfrentado en esta primera, como el amplio tallaje, incorporar tejidos más femeninos o crear para culturas tan distintas -"las japonesas visten de manera más conservadora", nos cuenta-, Clare Waight Keller ve esta línea como una gran oportunidad no solo para llegar a más público, sino para trabajar con la tecnología que caracteriza a Uniqlo así como de una forma más pausada: mientras que el circuito de la la Alta costura y el prêt-à-porter obligan a los modistos a lanzar, como mínimo, cuatro propuestas completas al año, Clare ideará dos colecciones anuales. Seis meses dedicados a cada una para encontrar, con tranquilidad y con su buen gusto, los looks perfectos que adorarían desde una parisina -o una española con estilazo, claro- hasta ella misma o Meghan Markle, sobre quien afirma que "tiene una energía fantástica y mucha confianza", que conoce su estilo personal y que adora las piezas effortless como las de esta colección.