Las grandes celebraciones pueden ocurrir en cualquier momento del año, pero resulta innegable que la temporada de primavera/verano es una de sucesivos eventos, desde bodas, bautizos y comuniones... hasta ferias de pueblo. A punto de finalizar la temporada, tocaba hacer recuento de las tendencias FASHION que arrasaron entre las chicas más elegantes y, en el proceso, un detalle llamó nuestra atención. No solo encontramos que las firmas nacionales toman cada vez más protagonismo en los looks de las prescriptoras de estilo sino que los diseños en sí, lleven o no la etiqueta made in Spain, están impregnados de tradición nacional, aunque a veces esta se represente de maneras inesperadas.
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- Inspírate en los looks de las españolas más estilosas este verano
Looks especiales para ocasiones especiales
Parece que fue hace más de una década (y no tan solo tres años y algunos meses) que suspendimos por completo nuestras celebraciones con ansias de volver a vestirnos de largo. El resultado, una vez retomamos las fiestas, fue el precisamente el esperado: maximalismo en estado puro. Los catálogos se tiñeron de colores vibrantes y nuestros básicos fueron modificados con aplicaciones de pedrería, plumas o volantes. A pesar del arrollador triunfo del "lujo silencioso" en la moda prêt-à-porter, no hemos visto todavía que este minimalismo se apropie también de los eventos señalados del calendario.
Vayamos de boda o de feria, queremos sentirnos especiales a la hora de vestirnos. De Loewe a Valentino, Chanel y Giambattista Valli, un sinfín de firmas de lujo adelantaron el retorno de las flores en formato XXL, las hombreras y las faldas de infinitas capas. Así lo confirmó el primer gran evento de la temporada: la Feria de Abril, cita que marca la pauta de estilo para el resto de ferias locales y celebraciones de la temporada.
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Desde Olibati, aseguran que las feriantes continúan adaptando los clásicos códigos de vestimenta a sus modernas elecciones de nueva temporada: “Buscan vestidos con flores -uno de los más buscados es el vestido Jagger marfil, de Galcon- y en color liso -el vestido largo color lima de Philosophy di Lorenzo Serafini-. La gran mayoría, buscan vestidos midi, fresquitos, coloridos y con algo de estampado”, explica Ana Taboada, cofundadora de esta popular plataforma de alquiler de looks de invitada.
Para madrileñas, catalanas, vascas o gallegas, mujeres de todas partes de España que se acercan a estas ferias por primera vez, lo más seguro es no contar con un traje de flamenca tradicional como el que acostumbran a vestir las andaluzas. Pero existen alternativas ultrafavorecedoras para no desentonar en el albero y lo mejor de todo es que se pueden reciclar en prácticamente cualquier ocasión.
Las ferias, lugar de encuentro para las tendencias punteras
Las ferias ya no son lugar para lo ajeno y lo antiguo sino, más bien, una radiografía de las tendencias punteras en el mundo de las invitadas, como preparación para las grandes fiestas de la primavera y el verano. Más allá de los imponentes trajes folclóricos, se ha visto un giro a la modernidad que, sin embargo, no está exento de protocolo. ¡Atención!
Taboada nos asegura que la mayoría de las invitadas que acuden a Olibati siguen cumpliendo los parámetros de vestimenta en casi todos los eventos imaginables: para bodas de día, el protocolo dicta vestidos cortos o midi de tejido estampado o en tonos más claros, mientras que en las bodas de tarde, lo mejor es optar por vestidos midi o largos con motivos más discretos. “Es verdad que se nota mucha diferencia en función de donde sean los clientes. Por ejemplo, en Barcelona no se sigue el mismo protocolo que se sigue en Madrid o Sevilla”, aclara.
Si algo hemos aprendido estos últimos años, es que la tradición no tiene por qué ser tediosa o aburrida. Durante siglos, la cultura española ha sido fuente de inspiración para las grandes casas europeas: Moschino, Schiaparelli, Balmain, John Galliano, Ralph Lauren... Es interminable la lista de firmas internacionales que han bebido de nuestra historia, el flamenco o el mundo del toro. Pero es solo en tiempos recientes que los creadores de nuestro país se han atrevido a reinterpretar sus propias raíces para un público joven, que por fin consigue identificarse con este legado.
Cómo vistieron las españolas en las ferias de 2023
María Sancho, fundadora de Señorita, vivió 11 años en Inglaterra, y si bien nunca se concibió a sí misma como una persona patriótica, su condición de emigrante le aportó nuevas inquietudes sobre el arraigo: "Me llamaba mucho la atención que firmas de moda extranjeras utilizaran y se apropiaran de valores tradicionales españoles para confeccionar sus colecciones". Por ello decidió emprender una firma propia de prendas con nombre de mujer que reflejen la cultura y el folclor desde una perspectiva actual.
Son precisamente estos elementos distintivos los que priman en las apuestas de las invitadas más virales del verano: los volantes en gran formato, bordados goyescos, colores potentes (especialmente el rojo o el naranja), las mangas acampanadas o abullonadas. ¡Y no olvidemos la resurrección del mantoncillo, la capa o el mantón de manila! Esta temporada, han sido los complementos más populares para dar toque final a nuestros looks de invitada. “Sea cual sea la moda actual, la herencia española ya es un clásico atemporal, y sus elementos nunca son percibidos como algo demodé”, explica la diseñadora.
La reinvención del folclore para invitadas modernas
Los puristas devotos de los más estrictos protocolos se sentirán, seguramente, algo contrariados, con la misma sensación que les invadió cuando Rosalía y C. Tangana fusionaron los ritmos flamencos con el sonido urbano latino. Esta constante explotación del folclore español ha servido para reconectar con una audiencia joven que buscaba conciliar su estilo de vida con el de sus padres o abuelos.
No es un fenómeno nuevo, de hecho, sobre todo si consideramos que los vestidos de flamenco originales son el único conjunto tradicional que cambia año tras año con las últimas tendencias. La bata de cola original, que solía pesar hasta 25 kilos, lejos de los dos o tres kilos de ahora, hace lugar a los trajes de chaqueta con pantalón, al estilo de grandes bailaoras de principios del siglo XX, como La Capitana, que trazaron el camino para las feriantas más transgresoras.
El aluvión de nuevas firmas made in Spain que redefinen lo que significa ser invitada, tanto a bodas como a ferias, ha traído consigo códigos menos estrictos. "Cuanto más tiempo pasaba fuera de España, inconscientemente más reforzaba mi identidad personal española" -nos cuenta María Sancho- "No hay un único modo correcto de ser patriota y lo importante es respetar y valorar todas las perspectivas".