Tal vez la pandemia fue el punto de inflexión pero lo cierto es que, de un tiempo a esta parte, somos más conscientes de que nuestro armario está lleno de prendas y accesorios que no utilizamos y no nos representan. Según un estudio llevado a cabo por la Fundación Ellen MacArthur, usamos solo un 20 % de las piezas que atesoramos. Piénsalo, seguro que en periodo de rebajas has caído y, en lugar de invertir en una compra inteligente, que te ayude a crear un fondo de armario con el que poder vestir bien siempre, has gastado el presupuesto en diseños muy estacionales.
Llevamos escuchando hablar del armario cápsula desde hace varias décadas, un concepto que comenzó a popularizarse cuando Donna Karan presentó su primera colección, Seven Easy Pieces. Este término hace referencia a un conjunto de básicos de buena calidad que no deben faltar en ningún guardarropa (una camisa blanca, un vestido negro, unos vaqueros, una gabardina…). Diseños fáciles de combinar y con los que conseguir vestirnos cada día. Pero a la mayoría nos gusta tener también prendas llenas de color, con detalles de tendencia, que ayuden a animar nuestros estilismos o, al menos, que nos hagan sentir que no siempre vestimos igual. El problema es que muchas veces caemos en el error de comprar diseños que solo utilizamos dos o tres veces. ¿El principal motivo? No sabemos llevarlos de forma distinta. Por suerte cada vez existen más iniciativas que quieren poner freno a esto y ayudar a que nuestra relación con la moda sea más saludable para nuestro bolsillo y para el planeta.
Un armario lleno de prendas que utilizar de verdad
Claudia Sáez de Montagut Silva estudió Administración y dirección de empresas, pero siempre ha buscado enfocar su desarrollo profesional hacia la moda, su gran pasión. "Durante los primeros años de mi carrera estuve en empresas como Condenast, Sfera y Zara y allí pude aprender sobre el mundo de la moda, más en el segmento de fast fashion en sus distintas facetas (estilismo, product manager, compras y relación con proveedores). Finalizada esa etapa inicial me uní al departamento de lujo de El Corte Inglés. Previamente, durante mis años de estudios, hice una colaboración con la diseñadora Helena Mareque y de ahí surgió una gran amistad que diez años después perdura. Ella fue la que me vistió para la boda de mi hermana y sacó lo mejor de mí. Tanto en esa boda como después en fiestas y eventos familiares, la gente me empezó a preguntar por mis vestidos y pensé en poner mi armario en alquiler", nos cuenta. Aquella idea que empezó siendo un hobby poco a poco ha ido tomando forma hasta convertirse en el germen de Aglow (@a.g.l.o.w), una empresa de alquiler de moda sostenible y asesoramiento personalizado para que las invitadas brillen en sus eventos y cualquier chica pueda sacar mayor partido a su armario.
Podríamos decir que su proyecto se divide en dos partes que pueden funcionar de forma independiente o de manera conjunta. Por un lado está el armario de Claudia, un guardarropa en el que hay diseños muy especiales de firmas de alta gama sostenibles (Helena Mareque, Missoni, Zimmermann, Ulla Johnson, Ganni, entre otras) que alquila a toda aquella que quiera vestir de forma especial para un evento y prefiera no invertir en una prenda que, casi seguro, no va a volver a utilizar. "Solo selecciono prendas que yo me pondría y eso creo que marca la diferencia, ya que perdería credibilidad si en mi armario aceptara algo en lo que no creo. La gente que viene a mí, compra lo que soy yo, mi energía, mi identidad. Esto lo aprendí de mi coach, Blanca Garelly, una persona fundamental para mí en todo mi proceso de emprendimiento tanto personal como profesional. Ella me enseñó que hay que SER antes que HACER y ahí fue cuando lancé Aglow". También hay accesorios, algunos creados en exclusiva para Aglow.
Por otro lado, Claudia cuenta con un servicio de asesoramiento personalizado. "A través de este, escuchamos a cada clienta y teniendo en cuenta su gusto y estilo, sacamos el mayor partido a su look, para que se sienta empoderada y guapísima, a la vez que velamos por que se sienta ella misma y cómoda, que es donde está la clave de la elegancia. Ayudo a las personas a vestirse, a saber qué es lo que les favorece y potencia su carácter, a que abran su armario y puedan combinar de forma diferente su ropa tanto si es para ir a trabajar como para ir a tomar algo con sus amigas. Intento que la frase "no tengo nada que ponerme" con un armario lleno de ropa deje de utilizarse", nos explica.
Estrenar bolso cada semana de forma consciente
La versatilidad y la creatividad son dos características clave de la moda. Por eso no sorprende que quien realmente siente pasión por este sector busque opciones para poder cumplir con estos propósitos de manera consciente. Pensando en ello surgió Efimero Club, un proyecto co-fundado por Alejandra Bogas (CEO & Co-Fundadora) y The Lab Ventures al que poco después, Rocío Irisarri (que ha hablado con FASHION) se unió a ellos para desarrollar el departamento de Marketing y Comunicación. Este club permite a sus usuarias, mediante una suscripción, disfrutar de una gran variedad de bolsos de lujo y alta gama sin necesidad de comprarlos y acumularlos en el armario.
"Desde hace algunos años, estamos viviendo una transición hacia un modelo de consumo basado en el uso, en lugar de la posesión, tendencia que está ganando fuerza en muchas industrias, como movilidad y turismo, y ahora también la vemos en la moda. Después de analizar esta visión, nos dimos cuenta de que el modelo de suscripción a bolsos, inexistente aún en España, sería el siguiente paso hacia una moda más consciente y responsable", nos explica Rocío. Y añade que esta tendencia que lleva más de dos años funcionando en países como EEUU e Inglaterra e implantada desde hace poco en Francia o Alemania, ha llegado con mucha fuerza a nuestro país.
Rocío nos explica que Alejandra y ella son las encargadas de seleccionar las piezas que van a encontrar las usuarias en su amplio catálogo y, para hacerlo, se basan en tres premisas: la temporada del año y sus tendencias; el feedback y peticiones tanto de usuarios del club, como de clientes potenciales; y la información que las marcas con las que trabajan comparten sobre los modelos que más gustan. "Apostamos por el lujo ya que buscamos marcas de calidad, que cuidan su producto, que respetan su producción y buscan la calidad de cada pieza. En ocasiones este tipo de productos son más prohibitivos y no podemos probar, cambiar o disfrutar de los diferentes modelos que van incorporando tanto como nos gustaría, queremos que la gente siga apostando por la calidad sin dejar de disfrutar de las tendencias", apunta.
Alquiler, el futuro de la moda (y del lujo)
El alquiler de ropa, accesorios o productos en general no es algo novedoso (una de las primeras empresas en ofrecer alquiler de vestidos de invitada en España fue La Más Mona, que empezó su andadura en 2012), pero sí una tendencia en alza. "Creo que va a ganar mucho terreno. Hoy en día la gente alquila coches, casas... El mundo va cada vez más hacia la economía compartida aunque aún hay muchas personas a las que este concepto les cuesta entenderlo", apunta Claudia. Tal vez por eso, porque son defensoras y partidarias de esa forma de disfrutar los bienes, tanto ella como Rocío encuentran en el alquiler el futuro de una moda más sostenible. "Empresas como Mango están apostando por el alquiler de sus prendas. Aún así, aún queda mucho por hacer para que la industria de la moda deje de estar entre las tres industrias que más contaminan, pero creo que vamos por buen camino", añade Sáez de Montagut.
Lo cierto es que este fenómeno no solo convence a usuarias de a pie, también a royals y celebrities que, al alquilar sus prendas, dan visibilidad a una moda más consciente a la que debemos aspirar. El pasado mes de diciembre los príncipes de Gales viajaron hasta Boston para asistir a la entrega de los premios Earthshot para la lucha contra el cambio climático, una cita en la que Kate Middleton escogió un espectacular vestido de gala verde, de escote Bardot, manga larga y corte a la cintura firmado por la casa Solace London. Pero lo más llamativo es que se trataba de un diseño que había alquilado a través de la plataforma HURR. Pero no hace falta irse fuera de nuestras fronteras para encontrar ejemplos. Durante la pasada edición de los premios Feroz, que tuvieron lugar en Zaragoza a finales de enero, la influencer y empresaria Noemi Navarro y la modelo Camila Cisneron no dudaron en sumarse a esta tendencia eco que cada vez está más en auge.