Sabemos de ella que pertenece a la familia más influyente de la moda (las hermanas Kardashian-Jenner), que es una prescriptora nata de tendencias y que, en 2022, se alzó con el título a la modelo mejor pagada del mundo al acumular una fortuna de 40 millones de euros según Forbes. Pero lo que no es tan vox populi sobre esta californiana de 27 años es su afición a los coches antiguos. Fue su padre quien acercó a Kendall Jenner a los automóviles clásicos cuando era una niña, y hoy ella atesora su propia colección. Una pasión (tan exclusiva como la mayoría de su vida) de la que nos habla con motivo del lanzamiento de su segundo trabajo para Messika, una campaña que le resulta realmente especial puesto que ha sido fotografiada en su tierra natal, California, y cuenta con un Pontiac como coprotagonista.
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La pasión por los coches antiguos que heredó de su padre
Aunque la moda sea su vocación convertida en profesión, Kendall Jenner, obviamente, tiene otras aficiones. La hemos visto animando la NBA desde las gradas, también ha hablado de cuánto disfruta pintando... pero probablemente el de los coches clásicos sea uno de sus hobbies menos conocidos y, sin embargo, más personales dado que llegó a él por medio de su familia. "Siempre me han atraído los coches antiguos. Mi papá y yo siempre hemos compartido este amor por los automóviles y es un pasatiempo muy especial al mantenernos unidos", revela la modelo, quien, al vivir en Los Ángeles, necesita de este medio de transporte a diario.
"Aquí conduces mucho, así que he estado coleccionando coches desde hace tiempo. Coleccionar modelos clásicos es una de mis pasiones, y cada uno de ellos cambia mi estado de ánimo de una manera específica". Así, Kendall afirma que conducir alguno de sus coches le hace sentir más femenina, otro más cool... "Siempre me siento relajada pero empoderada". Y solo hace falta echar un vistazo a las potentes imágenes de la campaña de Messika para comprobar que es así.
Un coche 'vintage' en el desierto californiano
En el desierto de Palm Springs (muy cerca de donde se celebra el Festival de Coachella al que suele acudir), Kendall posó para el fotógrafo australiano Chris Colls en un Pontiac rojo intenso a juego con su espectacular vestido de látex. Una contraposición entre natural (el entorno), retro (el coche) y futurista (su look) que encantó mucho a la top, especialmente al sumar la sofisticación de las joyas de Messika a la ecuación. "El desierto -mate, mineral y desnudo- contrasta perfectamente con el brillo del látex, el oro y los diamantes. El Pontiac añadía un toque retro-chic con su mezcla de colores brillantes y el cuero y el terciopelo del interior", explica Kendall. La campaña, además, incorpora como trasfondo el glamur del Old Hollywood, cuando la moda era "muy chic", en palabras de la modelo.
Esta mezcla -y sobre todo la localización en California así como el coche antiguo que incluiría- hizo que Kendall se sintiera "emocionada" al conocer el moodboard de la producción, pero al realizarla se identificó todavía más. Y es que en las imágenes, en las que comparte protagonismo con el modelo másculino y bailarín Alton Mason, luce unas combinaciones de joyas que, afirma, ella misma utiliza en su vida real. "Adoro la mezcla de la joyas en la campaña. Es algo que yo misma hago al combinar mis joyas personales, así que fue muy auténtico y sigue mi estilo", explica. Siguiendo una tendencia que cada vez suma más adeptas, Kendall no teme unir en un mismo look, por ejemplo, acabados dorados y plateados si así consigue identificarse con los sentimientos que tiene ese día.
La nueva entrega de una relación que va más allá del trabajo
Esta es la segunda colección de Messika a la que Kendall presta su rostro; una alianza que le ha llevado a incorporar más piezas de la firma francesa aunque, según cuenta, siempre le habían gustado. "Admiraba los diseños únicos de Messika (...). Trabajar con Valérie (fundadora y directora artística de la casa) en la primera campaña fue una experiencia genial. Quería continuar haciendo crecer mi relación con la marca y explorando todos sus nuevos modelos", cuenta sobre por qué decidió volver a trabajar con el equipo francés, antes de revelar otra de las razones de repetir colaboración: la importancia que ambas, Kendall y Valerie, conceden a su familia. "Un recuerdo muy dulce que tengo es cuando hablamos por videollamada con las hijas de Valérie desde el set. ¡Son tan monas! Las dos estamos muy unidas a nuestra familia".