A veces es por el estilo de sus diseños, otras por la innovación en sus patrones y técnicas, o porque ha sabido desafiar con sus propuestas. Son muchos los motivos que pueden convertir a un diseñador en un creativo reconocido y admirado a nivel mundial. Pero casi siempre es una mezcla de factores. Y uno de los ejemplos más claros lo encontramos en Alexander McQueen. El diseñador, que hoy hubiera cumplido 54 años, aunaba en sus prendas creatividad e innovación y una gran habilidad técnica. Eso, unido a su personalidad extravagante y a su conexión con la historia británica —su trabajo a menudo presentaba referencias históricas y culturales de Gran Bretaña— lo ha convertido también en uno de los creativos preferidos de las royals británicas. Pero empecemos por el principio.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
- ¡Ya es fin de semana! Y desde París llegan los looks con lentejuelas que querrás llevar de fiesta
Talento y rupturismo
Alexander McQueen, cuyo primer nombre era Lee, era el menor de seis hermanos y desde muy pequeño mostró una gran pasión por el mundo de la moda. Por eso, con dieciséis años, decidió dejar los estudios y empezó a trabajar como aprendiz en Anderson & Sheppard, una de las sastrerías más importantes de Londres. Tras pasar por otros talleres y un breve periodo en Milán, bajo las órdenes del creativo Romeo Gigli, se matriculó para estudiar un posgrado de moda en la prestigiosa Central Saint Martins. Fue allí, al presentar su proyecto final, donde demostró su creatividad, vanguardia, extravagancia e inconformismo. Y es que la colección con la que se graduó estaba basada en la figura de Jack el Destripador.
McQueen, imbuido por el espíritu revolucionario del arte y la cultura pop del momento, empezó a crear colecciones rupturistas e incluso polémicas. Un periodo en el que, aunque su nombre sonaba con mucha fuerza, era reacio a aparecer en la prensa. En 1996 fue nombrado director creativo de Givenchy, donde trabajó durante cuatro años y medio. Pero en el 2000 dejó su puesto en la casa francesa para centrarse en el desarrollo de su propia firma. Diez años más tarde, y tras haber pasado por la dolorosa muerte de su mentora, Isabella Blow (se suicidó en mayo de 2007), y el reciente fallecimiento de su madre (el 2 de febrero de 2010), el creativo se quitó la vida el 11 de febrero de 2010.
El estilo de Alexander McQueen
Los diseños del británico eran conocidos no solo por su creatividad e innovación, también por su técnica y la atención a los pequeños detalles. No tenía miedo a experimentar con colores, formas y tejidos poco convencionales. Entre sus creaciones más características se encuentran los vestidos de corte asimétrico, casi siempre con una sola manga o una única abertura en el hombro, los corsés, las prendas de cuero, como chaquetas o pantalones, los estampados con motivos florales o animales (le gustaba introducir mariposas y serpientes), y los zapatos y botas con plataformas. Propuestas que ha seguido reinterpretando la firma.
Con sus diseños, la firma ha conquistado a lo largo de su historia a un buen número de mujeres con estilos muy variados. Cate Blanchett, por ejemplo, ha lucido sus creaciones en varias ocasiones, siendo una de los más memorables el diseño de encaje negro que llevó en los BAFTA de 2016; Lady Gaga ha elegido algunos de sus extravagantes diseños, incluyendo un vestido de plumas de avestruz que llevó en los premios MTV de 2010; también Sarah Jessica Parker, quien sorprendió con un un icónico vestido de tul de McQueen en la gala del Met de 2015. Pero han sido las royals británicas las que han caído rendidas ante las propuestas de su firma. Y, más concretamente, Kate Middleton.
La princesa de Gales eligió esta firma para que creara su vestido de novia en 2011, un diseño corte princesa y aires románticos que se ha convertido en un icono en el que se inspiran una y otra vez las nuevas prometidas. Desde entonces (y también antes) la hemos visto llevar sus diseños en decenas de ocasiones y en los actos más variados: desde la pasada edición de los premios BAFTA a la boda del príncipe Harry y Meghan Markle, pasando por actos públicos de carácter más relajado. También Meghan Markle ha lucido en más de una ocasión diseños de la firma. Un ejemplo lo encontramos en la chaqueta de Alexander McQueen que llevó para celebrar el Día de la Mujer en 2019, cuando estaba embarazada de Archie.
- 38 firmas 'made in Spain' que apuestan por la sostenibilidad