Una de las primeras cosas que llama la atención de Marina Testino es su apellido. Es sobrina del conocidísimo fotógrafo Mario Testino autor, entre otros, de los últimos retratos de Diana de Gales; e hija de Giovanni Testino, fundador de Art Partner, una de las agencias de fotografía y representación de artistas más importantes del sector. Por eso no sorprende que su vinculación con el mundo de la moda haya existido desde que era muy pequeña. Pero Marina tenía claro que quería hacer algo más por la industria. A sus 29 años, se ha convertido en una de las voces más reconocidas, a nivel mundial, del activismo medioambiental vinculado a la moda. Aunque a ella le gusta definirse como ARTivista (cuando empezó, la palabra activista tenía ciertas connotaciones negativas). Sus campañas, creadas siempre desde un punto de vista artístico y bello, han llamado mucho la atención de las redes sociales. La primera, #OneDressToImpress fue todo un éxito. Vistió durante dos meses con un traje rojo con la intención de concienciar sobre el consumo de moda.
Marina tiene una agenda muy completa. Vive a medio camino entre Nueva York y Londres, está inmersa en sus proyectos de concienciación y en su trabajo en Point Off View, una agencia de consulting que promueve mensajes de moda sostenible en la industria. Aun así ha sacado tiempo para hablar con nosotros sobre sus acciones, el futuro de la moda y qué podemos hacer para cuidar, también nosotros, el medioambiente.
Desde pequeña has tenido una fuerte vinculación con el mundo de la moda. ¿Cuándo te diste cuenta de que querías hacer algo más?
La verdad es que no tenía muy claro si quería entrar en el mundo de la moda ya que toda mi familia estaba metida. Me gustaba participar, ir a los eventos, shows, fiestas y vestirme, pero no me veía trabajando en la industria. Al llegar a la universidad me di cuenta de que me encantaba la moda y quería trabajar en la industria, pero no tenía muy claro de qué manera. Al comenzar a modelar me di cuenta de que tenía una plataforma con voz, pero mi voz era igual que la de cualquier persona en la industria: 'Mira lo que llevo puesto, hoy estoy aquí, voy a esta fiesta, me voy a París', todos estábamos diciendo lo mismo. En ese punto es cuando me di cuenta que yo era muy consciente del medio ambiente por como me criaron mis padres y mi educación, pero mucha gente no tenía en consideración el impacto de lo que hacían. No había conciencia sobre el valor de la ropa, no se paraban a pensar que si algo es muy barato algo tiene que estar mal. Por ejemplo, una camiseta no puede costar $5, ¡cuánto debe cobrar entonces la persona que hace la camiseta! Al poco tiempo de graduarme de Parsons decidí utilizar mi plataforma para sacar estos temas a la luz y hablar de alternativas desde una perspectiva positiva, aportando soluciones basadas en información que recibí de organizaciones estudios.
Una de las primeras cosas que hiciste fue crear una firma de moda sostenible Point Off View que, en la actualidad, es una agencia de consulting. ¿Puedes hablarnos de este proyecto?
Point Off View lo cree justo cuando me gradué en Parsons. Comencé a modelar en Society en NY para poder recaudar dinero e ir a Perú a crear la marca de ropa. El concepto de Point Off View era creando wearable art, ropa unisex a base de colaboraciones con diferentes artistas. Me quedé en Perú dos meses para supervisar toda la producción y conocer a todas las personas que tocaban las prendas. Los materiales eran todo telas deadstock y talla única. Hice dos colecciones y después me di cuenta que podía aplicar mis estudios de manera más útil, ayudando a la marcas a ser más conscientes y haciendo dirección creativa, consulting y promoviendo mensajes de moda sostenible en la industria, en vez de estar creando más ropa. Por lo que Point Off View se transformó en una agencia.
Pero querías luchar de forma más directa por el planeta. Has llamado la atención de millones de personas con acciones como #OneDressToImpress. ¿Por qué decidiste emprender esta acción? ¿Qué dificultades y retos encontraste?
#OneDressToImpress fue mi primera activación y fue un mensaje muy claro hacia la industria a la vez que una reivindicación de mi posicionamiento en ella. Quería seguir formando parte de la industria, pero de una forma diferente, más consciente y a su vez concienciando a la gente de mi alrededor. Cuando comenzó #OneDressToImpress nos encontrábamos en uno de los puntos más altos de la moda fast fashion, veíamos por ejemplo a las influencers en Instagram cambiándose de ropa tres veces al día, lo que estaba promoviendo un consumo masivo y constante. Decidí emprender la activación llevando el mismo traje rojo cada día durante dos meses para enseñar que ser parte del mundo de la moda no tiene que ver con lo que llevas puesto sino con cómo lo llevas y la actitud al llevarlo.
El mensaje era que tenemos que comprar cosas que nos gustan, que nos sienten bien y no comprar porque son la última tendencia o el color de la temporada. Fue bastante complicado ya que, básicamente, no podía trabajar con ninguna marca durante esos meses porque solamente llevaba mi traje rojo para promover el mensaje en contra el consumismo. En ese momento decidí que solamente quería trabajar con marcas sostenibles o que estaban en el camino para serlo.
Esto fue a principios de 2018 cuando todavía no se hablaba mucho sobre la sostenibilidad en el mundo de la moda, entonces por un tiempo fue difícil trabajar con marcas ya que nadie era consciente de lo que suponía realmente ser sostenible. También teniendo a toda mi familia metida en la industria fue un proceso un poco raro, pero yo estaba convencida, quería apostar por una industria diferente.
En realidad tuvo tanto éxito que después replicaste la idea vistiendo de otros colores. ¿Qué buscabas transmitir con todas estas campañas?
Todas las campañas tienen un mensaje/propósito diferente.
#YellowLikeALemon: me vestí de color amarillo durante dos meses a base de las 4S's de Moda Sostenible que invente: Sustainably Sourced, Secondhand, Share (or borrow) y Simplify. El propósito de esta campaña era concienciar a la gente que comprará menos y mejor. El color amarillo esta considerado uno de los colores mas difíciles de combinar y por eso hice el reto de ese color.
#WeSeaThrough: es una campaña de concientización sobre los microplásticos en el océano. Cada decisión que tomamos implica un impacto en nuestro planeta y en nuestro cuerpo, todo lo que comemos, compramos, llevamos, etc. La campaña se creó con el concepto de comenzar desde cero para tomar conciencia de que todas nuestras acciones tienen repercusión.
#OneDressToImpress Purple: #OneDressToImpress fue mi primera activación que lanzé en 2018 para hablar sobre el problema de over consumption and fast fashion y me puse el mismo traje rojo por dos meses. Con la versión lila el objetivo era llevar el color que representa la igualdad de la mujer y, al mismo tiempo, ir a las diferentes semanas de moda en Nueva York, Londres, Milán y París para transmitir el mismo mensaje que la activación original, no necesitamos tanta ropa.
¿Es fácil ir a contracorriente?
¡Todo lo contrario! Sobre todo teniendo a tu familia en la misma industria. La verdad es que fue un proyecto que me hizo apostar y dar la cara por lo que realmente creía. Aunque no lo creas soy bastante introvertida. En la universidad, en las clases que tenía que salir a hablar delante de mis compañeros me moría de vergüenza, ¡me daba pavor! Estas activaciones me sacaron de mi zona de confort y me hicieron más fuerte para defender lo que creía y educar a más gente sobre los problemas en la industria.
Pese a 'retar' al sector, te has convertido en un referente dentro del activismo medioambiental en el mundo de la moda. ¿Te sientes orgullosa de lo que has conseguido?
Me siento muy feliz de haber podido encontrar una manera diferente de hablar sobre este tema. Cuando comencé, el concepto de ser activista era visto con una connotación negativa y la gente no quería tener nada que ver con un activista. Yo quería buscar otra forma de ser activista, pero con una voz positiva y siempre educando y sugiriendo soluciones a los problemas a través del arte, por eso el nombre de ARTivist.
Dentro de poco vas a poner en marcha tu nueva campaña #GreenRooms. ¿Podrías hablarnos de este proyecto?
Viendo la velocidad en la que todo avanza hoy en día, las pequeñas acciones con las cuales no nos paramos ni a pensar, pueden cambiar muchas cosas. La idea de #GreenRooms nace durante el COVID. Al estar encerrados en casa me di cuenta que los espacios de nuestra casa podrían ser más verdes, así que decidí transformar mi piso. A través de este proceso de aprendizaje quiero compartir todas las ideas, información, marcas y alternativas de productos que descubra y, sobre todo, aprender de los demás. No soy una experta, pero quiero compartir lo que voy aprendiendo con mis seguidores y tal vez inspirarlos en hacer algunos cambios en sus casas.
La industria de la moda es una de las más contaminantes del planeta (la segunda, según datos de la ONU). ¿Crees que somos conscientes de lo que contaminan las prendas que llevamos cada día?
Creo que cada día somos más conscientes de la repercusión que tiene la industria de la moda. Vemos que cada vez más marcas están invirtiendo en investigación y en tecnología para obtener soluciones en el sector. Aunque todavía nos quede mucho camino para recuperar el daño que esta industria ha hecho, al menos estamos bien encaminados.
¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros para ser un poco más sostenibles en lo que a moda se refiere?
- Comprar mejor: comprar lo que te gusta y lo que te sienta bien.
- En vez de comprarte algo que te fuerza a comprarte más prendas para crear un outfit, cómprate algo que combine con prendas que ya tienes en el armario.
- Compra prendas de segunda mano.
- Alquila prendas para ocasiones como bodas, fiestas, disfraces…
- Pide prendas prestadas a tus amigas y familiares ( a veces compramos algo para una ocasión, cuando es mas facil y barato pedir una prenda prestada).
- No compres por la tendencia sino porque realmente te gusta la pieza y te queda bien.
¿Piensas que cada vez más firmas se preocupan por ser más sostenibles? ¿Queda todavía mucho por hacer?
Las marcas están invirtiendo más tiempo y personal en el sector de sostenibilidad, modelos circulares, materiales alternativos... Sí, desgraciadamente todavía queda mucho por hacer, los sistemas de la moda están cambiando poco a poco pero todavía estamos en el mismo sistema en el que la ropa está hecha para 'usar y tirar', tenemos que cambiar esa mentalidad y empujar modelos de alquiler, reventa… Tenemos que alargar la vida de la ropa, lo cual sería una gran solución para el desperdicio masivo que existe hoy en día.
¿Consideras que las nuevas generaciones son más conscientes de la importancia de cuidar el medio ambiente?
Sin duda los jóvenes y, sobre todo, las mujeres. Son las que están liderando este movimiento para un cambio, mira a Greta Thunberg, Vanessa Nakate, Xiye Bastida, Sophia Kianni...
En la familia, la sociedad... ¿de qué forma crees que podemos inculcar a los más pequeños el respeto al planeta?
La educación es súper importante, es la base que nos define al crecer. Cómo te educaron, tus valores, creencias... tienen un impacto en tu rol como adulto. Si podemos educar a los niños desde pequeños a ser más conscientes, será parte de su ADN y estarán realmente preocupados por la importancia de cuidar el planeta. Los niños aprenden de los adultos y como adultos tenemos la responsabilidad de educarlos a respetar al planeta.