Mañana es Nochebuena... ¿y aún no sabes muy bien qué ponerte? Pues atenta al sencillo truco de estilo que puedes copiar a Victoria de Marichalar, quien ha sabido muy bien cómo aprovechar su armario de verano para adaptarlo a esta temporada. La hija de la infanta Elena acudió anoche a una fiesta de máscaras y lo hizo con un look que nos ha resultado familiar. Y es que no es la primera vez que la vemos posar con este favorecedor vestido negro y largo, pues también lo escogió el pasado mes de agosto para un evento en Marbella. ¿La clave para adaptarlo a estas fechas navideñas? Incluir uno de los accesorios de invierno más recurrentes entre las invitadas.
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No importa que esta pieza pertenezca a la temporada estival porque hay algo que no podemos negar: pocas prendas resultan tan atemporales como un vestido negro, un fondo de armario totalmente imprescindible. Y de demostrarlo se ha encargado la influencer, quien para encajar esta silueta a las fechas en las que nos encontramos, ha optado por incorporar simplemente un cuello de pelo a su look. Una decisión muy práctica, pues además de ayudar a combatir el frío, también resulta especialmente cómodo para moverte durante una fiesta y además pudes desprenderte de el con facilidad, como hizo más tarde.
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Tomamos nota también de su peinado, pues si en verano decidía dejarse el pelo suelto con unas sutiles ondas naturales, esta vez ha cambiado el look beauty para acompañar este vestido con un moño bajo y pulido, un recogido de lo más elegante. Con el dejaba a la vista unos pendientes con incrustaciones, destacando el original escote con efecto malla de esta prenda, que es precisamente lo que nos ha ayudado a localizarla. ¿Y sabes qué? ¡Aún está disponible en tiendas!
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El vestido que ha llevado Victoria es este de la firma Pinko, un modelo largo y fluido sin mangas, con tirantes finos y confeccionado en punto de crepé (450 euros). Destaca el cuerpo entallado y la abertura central que presenta tanto en la falda como en la espalda. Un diseño que, como ha dejado claro la aristócrata, puede adaptarse al invierno añadiéndole elementos de abrigo como estolas, capas o cuellos.