Desde hace tiempo hemos sido testigos de una divertida tendencia que conecta en términos de estilo a las actrices protagonistas con los personajes que interpretan en la gran y pequeña pantalla. Es el sonoro caso de Zendaya con sus inesperados trajes inspirados en Spiderman y Dune, y ahora retoma esta técnica Ana de Armas durante su paso por el Festival de cine de Venecia. Para la presentación de Blonde, la esperada película de Netflix inspirada en la vida de Marilyn Monroe en la que también aparece Brad Pitt, ha optado por un delicado y romántico look que aprobaría la que dormía desnuda y con varias vaporizaciones del archiconocido perfume Chanel Nº5.
La intérprete cubana está viviendo una de sus mejores épocas a nivel personal y profesional, y con esta aparición ha demostrado ser el ejemplo perfecto de una chica que adora la moda, pero que también es fiel a sí misma. Como era de esperar, en esta gran cita con el Séptimo Arte ha derrochado glamour y sofisticación con un estilismo que aboga por esa magia característica de la antigua e inspiradora época de Hollywood. Una vez más ha confiado en el ingenio de su estilista Samantha McMillen y en la casa de costura parisina que la ha vestido estos últimos meses, Louis Vuitton.
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A diferencia de otras ocasiones de alfombra roja en las que ha optado por prendas con sello más vanguardistas, ahora lo hace con una silueta fluida y súper femenina que le sienta de maravilla. Un precioso diseño largo con cola, en el favorecedor color coral que aporta luz a su tez clarita, con un delicado y fino plisado anudado al cuello al estilo halter, con cinturón a tono para marcar figura y la espalda al aire. Se trata de propuesta de lo más elegante y atemporal que ha creado el francés Nicolas Ghesquière a cargo de la dirección creativa de la legendaria maison, un atuendo que forma una preciosa imagen cuando camina. Lo ha combinado con un impactante collar Firebird y la pulsera Kashmir, de la colección Once Upon a Time de Alta Joyería de Messika Paris.
Pero, ¿por qué es tan importante esta elección de vestuario? Como comentábamos al inicio, igual que hizo Zendaya homenajeando a su personaje, ¡Ana hace lo mismo! Este sofisticado traje de noche claramente es un guiño al personaje -en este caso real-, que da vida tras las cámaras y las luces. ¿Quién no recuerda el famoso vestido blanco que llevó Marilyn Monroe en los años cincuenta en la conocida cinta La tentación vive arriba? Sí, ese diseñado por William Travilla que estrenó durante una de las escenas míticas en las que una rejilla del metro hizo que su falda a volase por los aires y dejase su ropa interior a la vista. Siguiendo la misma dinámica, Ana ha lucido un modelo plisado similar pero en versión noche que nos encanta.