En plena resaca emocional de unos premios Oscar que nos han dejado momentos para la historia, aún seguimos descubriendo detalles de la gala que no dejan de sorprendernos. Esta edición ha contado con una de las alfombras rojas más variadas hasta la fecha, en la que las invitadas han aprovechado para llevar las últimas tendencias vistas sobre la pasarela con auténticos trajes de ensueño. Los diseños coloridos han estado presentes en las elecciones de celebrities como Jessica Chastain, con su glamuroso Gucci malva y dorado, o la de Zoë Kravitz y su guiño al Old Hollywood con su vestido rosa de Saint Laurent. Y como no podía ser de otra manera, Kim Kardashian tampoco quiso quedarse atrás.
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Para la post fiesta de los Oscar, apostó por un ceñidísimo vestido azul de Balenciaga con cola de sirena. Fiel a su estilo, la protagonista del reality más longevo de la televisión, ensalzó sus curvas con este diseño efecto 'segunda piel', cuyas mangas se prolongaban hasta formar unos guantes. Lo combinó con unas botas negras ajustadas y unas gafas plateadas de estilo futurista, a juego con sus enormes pendientes de diamantes de Lorraine Schwartz. Un look que a muchos les ha recordado al que lució en la pasada Gala MET, donde apareció con una pieza negra de la misma firma que cubría el cuerpo entero, rostro incluido. Pero esta vez ha habido un detalle que no ha pasado desapercibido: ¿qué llevaba Kim Kardashian debajo del vestido? Su marcada silueta nos daba una pista que ella misma se ha encargado de aclarar.
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El secreto bajo el vestido de Kim Kardashian
Llevar vestidos extremadamente ceñidos, como los que acostumbra a incluir la socialité en su armario, no siempre es sencillo, ya que corren el riesgo de ajustarse demasiado en zonas que tal vez no nos interesa resaltar. Pero Kim ha encontrado el truco para salir airosa cada vez que se enfunda en uno: llevar leggings moldeadores debajo. Así lo ha revelado ella misma a través de sus redes sociales, donde afirma que le resulta más práctico que ponerse unas medias. Por eso optó por un modelo de su firma SKIMS, pensado específicamente para llevar debajo de la ropa y ofrecer un efecto lifting. Una prenda interior que ha logrado agotar algunas de las tallas en su web, donde ya realizan pedidos a España: cuesta 82 euros y está disponible en nueve tonos diferentes.
"En caso de que tengáis curiosidad sobre qué llevaba anoche bajo mi vestido: eran estos leggings", ha explicado, detallando cómo tuvo que customizarlos para que se adaptasen al look. "Me quedan un poco largos, así que tuve que cortarlos a la altura de los tobillos". También ha admitido que les hizo un corte más en la cintura, para que no se viesen a través de la abertura que el traje llevaba en la espalda. Un método original y socorrido para estilizar la figura que a Kim, a la vista está, le funciona muy bien.