La temporada de celebraciones navideñas ya ha arrancado y anoche la fiesta corrió a cargo del madrileño Teatro Real, que celebró su Gran Gala Benéfica Anual. Esta IV edición contó con Isabel Preysler, Myriam Lapiqué o Andrea Levy entre los invitados, y también con los duques de Huéscar, una de las parejas más elegantes de la noche. Mientras Fernando Fitz-James escogió un esmoquin de silueta clásica actualizado con detalles en raso, su esposa, Sofía Palazuelo, sorprendió con un elegantísimo vestido que, en otro momento, no hubiéramos imaginado en un evento nocturno por su colorido y estampado. Sin embargo, la moda hace tiempo que autodestruyó sus propias reglas y este look tan acertado es solo un ejemplo más.
- Jersey 'glitter' y zapatillas deportivas, el estiloso juego de contrastes de Sofía Palazuelo
Con la elegancia discreta con ciertos toques bohemios que la caracteriza, Sofía Palazuelo revalidaba en el Teatro Real su título a una de las mujeres mejos vestidas de nuestro país. La duquesa de Huéscar llegaba al emblemático edificio con un diseño de Jan Taminiau, uno de sus modistos de cabecera, inspirado en las siluetas de los saris indios. Así, el vestido contaba con una silueta recta que solo se ceñía en la cintura y sobre la que caía una semicapa lateral, logrando una asimetría que, como afirman las estilistas, es uno de los escotes que mejor sientan, sobre todo si se combina con el pelo recogido como hizo Sofía.
¿Colores claros y flores para un evento de noche? Sí, claro
El precioso vestido estaba confeccionado en tul bordado con motivos florales en azul cielo, verde y amarillo mostaza; tres colores poco habituales en evento de noche, cuando la paleta cromática se mueve entre negros, azules marino, burdeos y metalizados. Con esta pieza tan elegante -que ha combinado con accesorios clásicos como un clutch negro y sandalias de tiras doradas-, Sofía ha vuelto a demostrar cómo desmarcarse de los estilismos de invitada clásicos... y acertar.
El diseñador que comparte con Máxima de Holanda
No es esta la primera vez que la duquesa de Huéscar confía en Jan Taminiau, diseñador de origen holandés que también es uno de los favoritos de la reina Máxima. El pasado mayo, por ejemplo, lució una creación suya en una cita tan destacada como era la boda de su cuñado, Carlos Fitz-James, con Belén Corsini. En esa ocasión, escogió un vestido más clásico en azul deep teal con una cintura estilo corsé con tonos similares a los que escogió anoche. Y no son estas las únicas conexiones entre ambos looks: las sandalias de doradas que llevó en el enlace son las mismas que recicló en el Teatro Real.