El estreno mundial en Londres de No time to die, la nueva película de James Bond estuvo cargado de significado. Además de suponer el regreso a la alfombra roja de la nueva chica Bond, Ana de Armas, fue el escenario ideal para apoyar a la industria del cine, tan afectada como consecuencia de la crisis del coronavirus. La película protagonizada por Daniel Craig llega a las salas después de que su estreno fuera aplazado hasta que mejorara la situación sanitaria, por eso no es de extrañar que incluso los duques de Cambridge quiseran formar parte de este momento. Para la ocasión, Kate Middleton deslumbró, casi de manera literal, con un espectacular vestido dorado metalizado. Un diseño ideado por la creativa británica Jenny Packham cuajado de lentejuelas y con una silueta drapeada en la zona central de la pieza que refleja cierta inspiración del Hollywood dorado. La propuesta incorporaba una capa de tul que potenciaba ese aire sofisticado.
Como icono de estilo eterno, la princesa Diana ya había lucido un diseño similar hace más de tres décadas, en 1985. Curiosamente, también en el estreno de una película de James Bond, en concreto el del film A view to a kill (en España traducido como Panorama para matar), protagonizado por Roger Moore. De acabado metalizado como el diseño elegido por la duquesa de Cambridge, el vestido de Lady Di -firmado por Bruce Oldfield- estaba confeccionado en lamé plateado y presentaba un acabado plisado. El fruncido de la cintura y el escote en pico también recuerdan al vestido dorado de Jenny Packham. La estética del vestido de la princesa Diana llevó a la prensa británica a bautizarlo como Dynasty dress. Corría el año 1985 y la serie Dinastía era uno de los shows más vistos de la televisión. El vestuario de la ficción, alejado del minimalismo que caracterizaría a la posterior década noventera, era un reflejo de la estética maximalista que dominaba el armario en aquellos años y a la que también sucumbió la Princesa.
- Esta chica se ha hecho viral por recrear como nadie los peinados de Lady Di
Si nos fijamos en el calzado también hay cierta conexión entre uno y otro look. La duquesa de Cambridge ha optado por completar el estilismo con unos stilettos dorados que mantienen la estética monocolor del vestuario. La misma fórmula de estilo puesta en práctica en el look ochentero de la princesa Diana, donde unos salones plateados funcionaron como el perfecto toque final.