Contaba Caitlin Moran en su famoso libro Cómo se hace una chica que cuando nos plantamos delante del armario y decimos que no tenemos nada que ponernos en realidad nos referimos a que no tenemos nada para ser la persona que queremos ser ese día en concreto. La moda como forma de expresión refleja no solo nuestros gustos, también el estado de ánimo o incluso nuestra forma de ver la vida. Por eso es importante contar con prendas con las que sentirnos bien. Este otoño, te proponemos encontrar el vestido largo y liso ideal para llevar en cualquier plan, opciones para todas las formas de vestir y con tantas posibilidades que podrás adaptarlo para esos días en los que te apetece ir más clásica, más informal, apostar por mezclas de tendencia o aferrarte a la seguridad de los básicos. En la imagen, un look de Street Style que confirma la fórmula ideal del entretiempo: americana y maxivestido. En concreto, un diseño fluido en color naranja, una de las tonalidades tendencia de la temporada.
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La opción más sofisticada
Para una cena especial o informal, en un look de invitada de noche o como estilismo de fiesta de último minuto, el vestido negro minimalista más versátil presenta un largo a la altura del tobillo. La opción elegida por las chicas más sofisticadas del Street Style no presenta adornos superfluos y se cuela en vestuarios donde se impone la máxima del menos es más. Si es que buscas animar este tipo de vestidos, las joyas doradas, como el collar de eslabones, pueden ser buenas aliadas.
Mangas tipo manguito
Es una de las tendencias menos convencionales del otoño y la hemos visto también en tops y jerséis. Las mangas tipo manguito solo cubren una parte del brazo, como si se tratara de un guante largo. Otra alternativa son los manguitos que cubren el brazo al completo pero no funcionan como jersey, sino como cuello. Ambas apuestas se dibujan como el detalle especial más buscado entre las amantes de las prendas especiales pero con cierta estética minimalista. El éxito de estas propuestas no solo se refleja en el Street Style, también en el vestuario de algunas de tus series preferidas.
El vestido-manta
Tan calentito como taparse con una manta, el vestido de punto de líneas holgadas y cuello cerrado no solo es la compra más cómoda de la temporada, también la prenda comodín perfecta para acertar de lunes a domingo cuando no sepas qué ponerte. Según sea tu estilo, puedes llevarlo con complementos de alto impacto y calzado de tendencia (por ejemplo unos zuecos o mocasines) o decantarte por accesorios más atemporales y zapatos sencillos, tipo botines de piel o zapatillas blancas.
Aire romántico
Los diseños de esencia romántica, confeccionados en materiales vaporosos, con detalles especiales y colores claros también pueden funcionar en looks de día más informales. Dentro de esta categoría, el elemento que renueva las creaciones del otoño 2021 es el fruncido en la zona de la cintura, un efecto fajín que se consigue con este nido de abeja perfecto para afinar de manera visual esta parte del cuerpo sin ceñir demasiado la figura.
Las vidas otoñales del vestido satinado
El slip dress ha demostrado de sobra su versatilidad y se ha ganado un hueco en el armario en cualquier época del año y tipo de plan. Las chicas amantes de las mezclas audaces, como la estilista danesa Emili Sindlev, no dudan en combinarlo con diseños de estética opuesta. En su caso, integra el vestido satinado de inspiración lencera en un conjunto de calle muy desenfadado al lucirlo con una chaqueta tipo bomber y unas botas de goma en amarillo, el resultado un look de tendencia no apto para tímidas.
Acolchado
El furor por los acolchados llega hasta los vestidos. Después de varias temporadas de bolsos y abrigos de acabado mullido, este efecto se traslada a la prenda comodín de todo armario y consigue transformar hasta el más sencillo de los diseños. Lo mejor al optar por un vestido de estas características y además en colores lisos es que te permite construir un conjunto equilibrado alejado de excesos pero también de las apuestas más convencionales.
La opción que no pasa de moda
De líneas rectas y tirantes anchos, este vestido también es una inversión para toda la vida. En otoño se puede llevar, si el tiempo lo permite, como una sola prenda, como vemos en este look fichado en las calles de Copenhague. Otra opción, ideal para las semanas de entretiempo que atravesamos, es llevarlo con una camiseta segunda piel o con un jersey de punto fino debajo, una fórmula de estilo de inspiración noventera que es pura tendencia y te permitrá, no solo combatir el frío sino conseguir un lookazo diferente.
Con aberturas clave
Otro vestido liso y largo que multiplica su presencia en el armario de las chicas que más saben de moda es el de aberturas. Una prenda que en otoño se actualiza para adaptarse a la nueva estación con mangas largas y cortes sutiles que no dejan mucha piel al aire. Una versión renovada del clásico vestido de punto con el que desmarcarte del uniforme otoñal tradicional sin dejar de lado la comodidad buscada para el día a día.
Efecto 'bodycon'
El vestido que se ajusta a la figura destacando las curvas es la alternativa ideal a los diseños holgados con los que muchas chicas no se sienten identificadas. Los drapeados y fruncidos que se distribuyen a lo largo de la prenda ayudan a suavizar la silueta, al tiempo que enfatizan la zona de la cadera y el busto. Si quieres apostar por un modelo similar, procura que esté confeccionado en algún material algo elástico que te permita caminar con facilidad.