Después de una semana repleta de cine y mucho glamour, anoche la 78º edición del Festival de Venecia llegaba a su fin, y lo hacía con un nuevo despliegue de elegancia en una alfombra roja en la que Penélope Cruz se convirtió en la absoluta protagonista. La actriz se hizo con la prestigiosa Copa Volpi, un galardón a mejor actriz que reconocía su trabajo en Madres Paralelas, la nueva película de Pedro Almodóvar. Además de conquistar por su interpretación, también deslumbró (literalmente) a los presentes gracias al look que escogió para recoger el premio, firmado por su firma fetiche y totalmente fiel a su esencia.
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Una relación muy especial
Desde que llegó a la ciudad de los canales la semana pasada, la madrileña ha lucido cerca de una decena de conjuntos, tanto diseños largos en la alfombra roja como prendas más relajadas (aunque igualmente elegantes) para el día. Todos ellos pertenecían a Chanel, su marca preferida desde hace años y a la que recurre habitualmente en las grandes citas, de hecho, llegó a subirse a la pasarela para homenajear al que fuera su amigo y director creativo de la maison, Karl Lagerfeld. Con estos precedentes, era de esperar que se decantara por la casa francesa para decir adiós a su visita más especial a Venecia, y así ha sido.
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Un vestido de ganadora
Si algo caracteriza a Penélope sobre la alfombra roja es su elegancia atemporal y su gusto por los vestidos teatrales, siendo sus preferidos los que cuentan con cuerpo entallado y silueta corola. Ayer apostó de nuevo por este patrón de princesa y se convirtió en una auténtica 'Cenicienta moderna' con su look metalizado. Optó por un modelo confeccionado en un delicado tejido semitransparente de encaje plateado que agregaba escote Bardot y patrón ceñido hasta la cadera, desde donde partía una voluminosa falda reforzada a base de numerosas capas de tul.
La novedad es que esta vez no llegaba hasta el suelo, sino que tenía un largo tobillero que nos permitía apreciar a la perfección sus zapatos, unos salones de tacón altísimo con pulsera al tobillo y la combinación bicolor de puntera negra que tanto ha popularizado la casa francesa desde hace décadas. Remató con un bolsito de mano de un tono plateado algo más oscuro, pendientes brillantes y anillo XL. Dejó su melena suelta, peinada lisa y con raya al medio, y apostó por un maquillaje en tonos tierra que realzaba su bronceado.