Ryan Murphy es bien conocido por trasladar a sus series de éxito la realidad de los momentos clave de la historia estadounidense. Lo consiguió con Pose, Hollywood y, más recientemente, Halston, un retrato del diseñador caído en desgracia. Su trágico final puede compararse con el de esta próxima historia, la de Carolyn Bessette y John F. Kennedy Jr, la pareja de moda de los años noventa que falleció en un accidente aéreo en 1999. El productor y guionista se ha centrado en ellos para la trama American Love Story, donde podremos revivir los momentos de estilo que hicieron del hijo de John y Jackie Kennedy y la publicista la pareja it de Estados Unidos. Ralph Lauren, Michael Kors y demás diseñadores norteamericanos, cuyo éxito estaba en pleno auge por aquel entonces, se mostraban ansiosos por convertirla en musa del minimalismo. Aparte de su bolso Birkin, de Hermès, Carolyn Bessette, quien trabajó siete años en Calvin Klein, rechazaba los logos ostentosos y demás excentricidades, redefiniendo la moda en la década de los noventa y hasta nuestros días.
Su gran repertorio de vestidos negros
Hay un antes y un después de icónico vestido negro palabra de honor, obra de Yohji Yamamoto, que Carolyn Bessette combinó con guantes largos aterciopelados y un brazalete de diamantes para asistir a una función de ópera en homenaje a Jackie Kennedy en 1998. El listón estaba alto para cualquier modelo o actriz que quisiera emular la elegancia de sus vestidos negros, una fórmula infalible que desfilaba con maquillaje sencillo, salones a tono y el pelo recogido en un moño relajado por casi todos los eventos a los que era invitada.
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Un posado nupcial eterno
Todavía se recuerda como una de las fotografías más tiernas de los enlaces de la élite por su naturalidad y romanticismo. De hecho, esta es la única imagen de cuerpo entero que se ha publicado de aquel 21 de septiembre de 1996. La modelo se casó enfundada en un inolvidable slip dress de seda blanca, firmado por Narciso Rodríguez para Cerruti, que sentó cátedra en el mundo de las novias. Una conocida revista estadounidense declaró en su momento: “Ella cambió el mercado de los vestidos de boda: hizo aceptable llevar algo simple y refinado”.
Sus formas de llevar los básicos
Sin joyas llamativas ni colores estridentes, el vestidor de diario de Carolyn Bassette estaba repleto de vaqueros rectos tobilleros o de corte acampanado (y siempre de tiro alto), siendo estos los dos que más estilizan las piernas. Aún así, no se conformaba con un zapato plano sino con un modesto tacón todoterreno, que remataba solamente con su discreto reloj Tank, de Cartier. Su elegancia al vestir de básicos la convirtió en referente en los años noventa y, desde entonces, lucir tu fondo de armario de pies a cabeza tiene un nuevo significado.
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Camisa blanca en un evento de gala
Si bien en la actualidad es muy común que las celebrities incorporen la clásica camisa en sus looks de red carpet, hace casi treinta años esta prenda estaba reservada para el esmoquin masculino. Bessette fue una de las primeras chicas de moda que desafió esta idea haciendo alarde de su sofisticación minimalista. Por dicha razón este estilismo de camisa satinada, falda tubo negra, sandalias de tiras y bolsito saco dorado se mantiene como uno de sus más memorables e incluso llegó a llevarlo dos veces. Primero, en 1995, y por última vez, en 1999, para una gala benéfica.
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Vestido lencero en invierno y traje con gorra
A pesar de su preferencia por el estilo clásico y la paleta de colores neutrales, ambos sabían muy bien cómo añadir un toque divertido o especial a sus looks cotidianos. Carolyn solía reciclar sus vestidos de verano en invierno al mejor estilo neoyorquino con su abrigo y unas botas knee-high. John, por su parte, involucraba elementos deportivos al traje de corbata, como la gorra de béisbol o las deportivas de correr, ambas tendencias punteras veinte años después en el armario masculino.
Carolyn y John, dos estilos muy dispares
Pocas veces se vio a la publicista con ropa de ejercicio, a pesar de conservar una espectacular figura. Incluso en esos días de largos paseos por la Gran Manzana, cuando su marido optaba por estilismos 100% sport, ella echaba mano de la americana negra con sandalias de tacón cómodo, de no más de 5cm, para elevar lo que hubiera sido un look sencillo de vaqueros campana y top básico. Tampoco podían faltar sus icónicas gafas de sol y el pañuelo a modo de 'pirata', inspiración para cualquier influencer este verano.
Coordinados para hacer deporte
Para los vecinos del barrio neoyorquino de Tribecca, era frecuente avistar a la pareja de camino al gimnasio o disfrutando de largas caminatas. Esta imagen es de las escasas veces, quizá la única, que se fotografió a Carolyn al completo en moda deportiva. De igual forma, esta adaptó la estética fitness a su estilo personal, culminando su look totalmente negro con una chaqueta con cuello y puños de piel.