De París a Copenhague, repasamos los vestidos más apetecibles de la temporada en la cuenta atrás para la primavera más esperada. Mientras que las francesas, como Jeanne Damas, siguen encontrando en las propuestas sencillas, como el vestido midi de lunares o los diseños camiseros, sus compras comodín para acertar de lunes a domingo, en Copenhague, las expertas en moda más exigentes se decantan por alternativas con guiños a las tendencias. En las calles de Madrid, también encontramos creaciones idóneas para transformar el look de primavera de siempre, como el vestido túnica, ideal para llevar sobre pantalones y rendirse a la fórmula de inspiración años 2000 más prometedora.
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Vestido de escote cruzado con estampado de lunares en blanco, de Red Valentino (540€, a la venta en Farfetch).
Camisero de corte 'mini'
Si prefieres una alternativa que no se alargue más allá de las rodillas pero sin resultar demasiado informal, lo mejor es decantarse por un minivestido camisero. Este tipo de apuestas reflejan la estética clásica de la camisa de vestir pero permiten construir conjuntos de tendencia gracias al calzado con el que se combinan. En este sentido, las botas altas son las mejores aliadas para presumir de piernas y decir adiós a las medias en el entretiempo.
Minivestido camisero con discreto cinturón y puños fruncidos. De Brownie (59,90€).
Vestido túnica
Entre las tendencias de inspiración dosmilera que han irrumpido en el armario esta temporada, se ha colado el vestido túnica, una apuesta de líneas holgadas que muchas expertas en moda combinan con pantalones. Esta mezcla de vestido y pantalón, aprobada en la pasarela por firmas como Balmain o Ganni, dinamita cualquier fórmula de estilo convencional sin ser demasiado extravagante. En la imagen, la estilista madrileña Mónica Anoz con vestido blanco de Lovechild 1979 y zapatillas de Loewe.
Vestido fluido con estampado en tonos verdes, una propuesta de Ganni (255€) apta para llevar encima de pantalones.
La opción minimalista que funciona con todo
Si el vestido de punto que estrenaste este invierno es lo suficientemente liviano como para poder adaptarlo a las temperaturas suaves de la primavera, solo necesitas cambiar botas y botines por mocasines, bailarinas o cualquier otro calzado abierto de tendencia. La influencer alemana Caroline Daur se decanta por el que es, posiblemente, el diseño de punto más versátil, en color blanco, de largo XL y sin adornos superfluos. Una apuesta que funciona con todo y puede animarse con accesorios clave.
Vestido midi de punto en blanco roto con detalle de drapeado lateral. De Zara (29,95€).
El corte que más estiliza
La diseñadora danesa Thora Valdimars, con un modelo de Paco Rabanne, se decanta por el vestido de primavera que juega a favor de la figura, es decir, una propuesta con abertura lateral. Este corte, como cualquier detalle vertical, alarga de manera visual la longitud de las piernas, sobre todo si se combina con zapatos que dejan al descubierto la zona del empeine. No obstante, antes de que las buenas temperaturas nos permitan rendirnos a las sandalias, las botas y botines también funcionan con estas creaciones.
Con escote cuadrado y estampado de flores, Bershka (19,99€) propone este diseño con abertura lateral.