Los Globos de Oro 2021 pasarán a la historia por celebrar una gala telemática sin precedentes -obligada, claro está, por la pandemia-, pero también por dar lugar a una situación de lo más curiosa: las actrices nominadas se vistieron, maquillaron y peinaron en sus casas para ver la gala desde su televisión. Y, contra todo pronóstico, los estilismos fueron de lo más increíbles, demostrando que el glamour de Hollywood se mantiene pase lo que pase. Amanda Seyfried lució un millon de dólares en joyas, Anya Taylor-Joy se convirtió en una princesa de la Alta Costura, Lily Collins acertó con el estilo ochentero más sexy... yKate Hudson, nominada a Mejor actriz de musical o comedia por su papel en Music, reinventó la sofisticación de las estrellas de los años 50 con un espectacular diseño exclusivo de Nicolas Ghesquière para Louis Vuitton. En seda y bordado a mano, tenemos en exclusiva las imágenes de su proceso de confección que requirió 190 horas.
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- Emma Corrin y Josh O'Connor (Diana y Carlos en 'The Crown') arrasan con sus looks 'talismán'
Nadie esperaba lo que anoche sucedió: que, desde sus casas, las actrices de Hollywood reinvindicaran la importancia de la moda y de todo el equipo que se encarga de sus looks. Como otras de sus compañeras, Kate Hudson compartió algunas instantáneas de su estilismo en sus redes, etiquetando a cada uno de los profesionales que habían intervenido. De la maquilladora (@debraferullomakeup) a la peluquera (@onavigi) y la manicurista (@ashlie_johnson), la actriz reconocía así la labor de este sector que tan afectado se ha visto por la pandemia y la falta de galas del último año. La californiana estaba guapísima, pero, sin duda, el factor más destacable -y el que le ha reportado miles de likes y comentarios de admiración- era el vestido de seda negra y bordados plata que Nicolas Ghesquière había creado para este look obra de la estilista Sophie Lopez.
El vestido con el que acertar siempre en una gala
Hay apuestas que nunca fallan sobre una alfombra roja -o su equivalente en casa- y el color negro es posiblemente la más universal. Suele ser uno de los tonos más repetidos en cualquier gala y evento, donde tampoco faltan habitualmente los diseños joya con aplicaciones de cristales. Ambos elementos estaban presentes en el diseño que anoche lució Kate Hudson en Los Angeles, un vestido de cady de seda que, a primera vista, parecía ser un dos piezas.
Con un favorecedor escote corazón y unas grandes mangas abullonadas que caían sobre los brazos, el cuerpo del vestido -bordada con lentejuelas y cristales- daba la impresión de ser un top independiente de la falda, completamente lisa. Este efecto se enfatizaba con dos detalles en la zona de la cadera: el cinturón ancho -un estilo de accesorio que no suele verse en las alfombras rojas pero que sí fue protagonista en el desfile Primavera/verano 2021 de Louis Vuitton- y un pequeño peplum en pico, el volante drapeado que terminaba (y separaba) la parte superior. Estos componentes estilizan y alargan la silueta, con lo que la actriz parecía mucho más alta del 1,68 metros que mide.
Todos estos detalles conseguían el efecto cintura de avispa que adoraban las actrices de los años 50 e hicieron de Kate Hudson una de las mejor vestidas y más elegantes de la noche, aunque como podemos comprobar en estas imágenes cedidas en exclusiva por Louis Vuitton a FASHION, la elaboración del vestido ya anticipaba este éxito. No solo el diseño estaba de lo más cuidado por parte del modisto francés, sino que la confección siguió las pautas de la Alta Costura más exclusiva: materiales de la máxima calidad, patronaje a medida... y miles de pailettes bordados a mano (4.000 lentejuelas, 4.000 perlas de vidrio plata y 2.000 cristales) que consiguieron que Kate Hudson brillara igual que Elizabeth Taylor, Rita Hayworth o Sophia Loren lo hacían hace siete décadas.