A unas semanas de terminar el año, no queda ninguna duda: el punto ha triunfado en 2020 como hacía tiempo que no lo conseguía ningún tejido. La comodidad, esencial ahora mismo a la hora de vestirnos, lo ha elevado al estatus de supertendencia del momento. Conjuntos combinados de top y chaqueta, los clásicos jerséis, los nuevos pantalones anchos... todas las prendas se han encomendado a este acabado, y por supuesto también los vestidos. Solo hace falta echar un vistazo a las novedades de Zara para confirmar que esta prenda no puede faltar en tu armario de otoño/invierno, pero, ¿sabes cómo combinar un vestido de punto para que te siente genial? Te contamos los mejores trucos.
- Consigue aquí los vestidos de punto más favorecedores
Colores neutros
Un vestido de punto, si te lo propones, puede ser la base de tu look más elegante. Lo único que debes hacer es combinarlo con tonos neutros, los favoritos de las chicas que mejor visten y entre los que el negro es el rey del invierno. Con dos prendas tan básicas como una americana y unas combat boots, y un bolso especial, Leonie Hanne consigue uno de esos estilismos que podrías llevar del día la noche.
Aberturas estratégicas
El inolvidable posado de Angelina Jolie en los premios Oscar 2012 no fue casualidad: las aberturas longitudinales en la falda son el mejor truco para parecer más alta. Por eso, los vestidos de punto con ese detalle, o aquellos abotonados que puedes abrir a tu gusto, son la mejor opción para tener tipazo instantáneamente (y una forma rápida de transformar un vestido sobrio en un look sexy).
Añadir un cinturón
Otro de los consejos que cualquier estilista te daría para que un vestido liso te favorezca más es añadir un elemento que marque la cintura, especialmente si tienes una silueta recta y se pierde en un diseño muy holgado. Además, con un cinturón (o incluso una riñonera), podrás acortarlo y darle más protagonismo a los zapatos que lleves, donde, lógicamente, unas botas altas son la mejor opción para días de frío.
Transfórmalo en falda
Saber combinar bien la ropa multiplica las posibilidades de tu armario, y aquí tienes una prueba más. Conseguir que un vestido parezca una falda es tan sencillo como ponerte un jersey (o, si lo prefieres, una sudadera, como Camille Charriere) por encima. Con este sencillo truco, además, creas una línea horizontal gracias a la que, instantáneamente, parecerás más alta.
En versión mini
Aunque los vestidos de punto más vendidos suelen ser aquellos de largura midi, las chicas bajitas se verán mucho más favorecidas con diseños cortos, igual de versátiles que los más largos. Gracias a la tendencia de las medias de cristal, que este otoño han vuelto por todo lo alto, podrás llevarlo de aquí a primavera, incluso si prefieres vestidos claros como el beige de Negin Mirselehi.
Look monocromático
Ese gran truco que es llevar toda la ropa del mismo color, una apuesta elegante y que estiliza al máximo, también se puede aplicar a los vestidos de punto. Incluso Sara Carbonero, quien adora los diseños de este estilo, la puso en práctica hace unos días para salir a cenar con un vestido de mangas abullonadas y largo hasta el tobillo en marrón chocolate combinado con botas del mismo color.
Con abrigo largo (y abierto)
Otra española que se ha rendido a la comodidad de los vestidos de punto es Sandra Gago. En la recta final de su embarazo, la modelo acertó con el tipo de abrigo que mejor queda: un diseño largo, oscuro y abierto. De esta forma, crea esa verticalidad que tanto favorece y que le permite llevar zapatillas sin parecer, ni de lejos, bajita.