Después de meses de parón casi absoluto en la industria, las Semanas de la Moda vuelven a devolver la magia de la pasarela, siguiendo las medidas de seguridad pertinentes. Ahora es la Semana de la Moda de Milán la que vuelve para recuperar todo el tiempo perdido gracias a las grandes firmas de lujo italianas, preparadas para una nueva etapa cargada de nuevos proyectos, propuestas todopoderosas y un sinfín de sorpresas como las que Versace tenía preparada para su show. De hecho, de todas las presentaciones de primavera-verano 2020/21 que se celebran en este preciso instante, y a la espera de dejarnos deslumbrar por el resto de casas de moda, la firma de Donatella ha supuesto un antes y un después en la historia de su línea. Y sí, en esto Irina Shayk ha tenido mucho que ver.
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Dado el contexto actual que el mundo está viviendo, las colecciones primavera-verano 2020/21 surgen como un soplo de aire fresco para todos los amantes de la moda, ansiosos de volver a ser testigos de sus creaciones. Así lo ha hecho Versace, cuyo último desfile en la Semana de la Moda de Milán no ha dejado a nadie indiferente. ¿Los motivos? Una espectacular Irina Shayk con varios, y ya icónicos, diseños sobre la pasarela, la temática de la colección protagonista y las reminiscencias a diseños del pasado.
La temática, según la propia directora creativa de la firma, se basa en un mundo acuático paralelo bautizado como Versacepolis, "un asentamiento utópico en el lecho marino, goberando por Medusa bajo los principios de empoderamiento, fuerza y belleza", describía Donatella en una entrevista. De ahí que todos los diseños de dicha colección estén supeditados a una estética fluida, que casi podría fluir con el movimiento del mar, en tejidos vaporosos, muchos tonos de azul pero también rojizos, amarillos y naranjas, como el que la modelo rusa luce en esta foto.
En realidad, esta colección diseñada por Donatella Versace pretende rendir tributo a una que Gianni, su hermano, propuso sobre la pasarela Primavera-Verano de 1992. Dicha colección, bautizada en su momento como Trésor de la Mer, estuvo protagonizada por muchas de las grandes supermodelos de la historia de la moda: Linda Evangelista, Naomi Campbell, Claudia Schiffer. De hecho, el vestido que Irina lucía en un segundo momento -un vestido azul satinado con conchas bordadas y lentejuelas, es muy parecido al que Helena Christensen lució en ese momento.
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Según la diseñadora ha podido contar a los medios después de la celebración de su desfile, ha sido el confinamiento el responsable de su cambio de mentalidad hacia un mundo mejor: "Soñando con un nuevo mundo como forma de escapismo. Los conceptos están relacionados, pero mientras que soñamos con un mundo mejor para todo el mundo, necesitamos empezar a construirlo. Yo quería soñar también y por eso la colección está llena de color y ritmo", concluía. Todo ello basado en la nueva sostenibilidad de la firma, presente en trajes de baño confeccionados en poliéster y poliamida reciclados.