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A sus 25 años de edad, el rostro de María Bernad se ha convertido en uno de los más buscados del street style durante las Semanas de la Moda más prestigiosas del mundo. Alejada de los convencionalismos, esta chica de Elche ha ido forjando, poco a poco, un estilo propio con el que ha conseguido, nada más y nada menos, casi 400 mil seguidores y le ha permitido lanzar su propia firma, Les Fleurs, el mejor reflejo de su forma de entender la moda. Y, aunque es París su lugar de residencia, por su proyección internacional es común verla en cualquier capital de moda, lo que le ha llevado a tener unos referentes estilísticos y una visión sobre las tendencias muy marcada, basada, principalmente, en la estética vintage.
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Precisamente fue su devoción por el estilo retro lo que le llevó a fundar hace casi dos años Les Fleurs. "Desde el principio, Les Fleurs surgió como una firma vintage y luego evolucionó al upcycling cuando decidí que quería diseñar piezas, ya que contaba con muchas prendas antiguas y tejidos que podía reutilizar", explica María Bernad a FASHION.hola.com. Con el carácter sostenible por bandera, la experta en moda tuvo "siempre claro" que rescatar diseños antiguos y dotarles de una segunda oportunidad aportándoles un toque único y exclusivo iba a ser su manera de comunicar la moda. "No es lo mismo una prenda única upcycling que solamente tienes tú, a una que se ha producido 500 veces", asegura.
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Una filosofía que, dos años después ha llevado a María a dar un paso más con su firma a través de un proyecto muy especial. "Sentí que necesitaba desarrollar más un proyecto que me interesara personalmente y hubo un momento dado que me paré a pensar que es lo que quería hacer realmente" y, de esta manera, Les Fleurs evolucionó a Les Fleurs Studio. ¿Su objetivo? Crear una comunidad para potenciar el trabajo de jóvenes diseñadores y firmas con las que comparte lo que para ella es más importante: "el cumplir determinados puntos sostenibles, de calidad y, sobre todo, que los diseños sean prendas que se pueden llevar". Ella misma ha sido la encargada de hacer la selección de los diseñadores y productos que componen el proyecto que, desde el 1 de septiembre, pueden comprarse a través de sus perfiles sociales.
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Dentro de esta plataforma podemos encontrar diseños de lo más exclusivos, tales como las joyas minimalistas de Mariaz, las blusas románticas de Laoise Carey, los objetos decorativos de procedencia vintage seleccionados por Paul & Toni, los vestidos con bordados de flores de The Chartreuse Women, las camisas excéntricas de A Hug o los diseños patchwork de Mila Sullivan. ¿Lo mejor? Que según la diseñadora esto "no ha hecho más que empezar". Porque además de tratarse de una plataforma de venta, Les Fleurs Studio viene cargada de colecciones cápsulas, entrevistas en primicia, contenido creativo e, incluso, su propia revista bautizada como Nature, que debuta con la colaboración de las artistas Awa Cisse y Iulia Matei.
Un estilo propio para una moda única
Convertida ya en uno de los referentes de estilo más populares de nuestro país, su clara predilección por las firmas que defienden el concepto slow fashion es conocida por todos aquellos amantes de la moda retro. Pero, ¿cuál es realmente su fórmula secreta para acertar siempre vistiendo? La valenciana lo tiene claro: "hay que tener cuidado porque no a todo lo que es de segunda mano se le puede llamar vintage, por ello, lo que aconsejo siempre a la hora de comprar es buscar aquellas piezas más especiales que encajen con la estética propia de cada persona", siendo los mercadillos la fuente predilecta de sus "tesoros vintage".
Fiel a su creencia en el "amor a primera vista", María asegura que para que un diseño se convierta en su fondo de armario perfecto tiene que sentir "un flechazo", aunque también tiene en cuenta de los parámetros como la composición, la calidad y, sobre todo, la importancia de los colores. De esta forma, llegamos a la conclusión de que la valenciana tiene un estilo muy particular, donde las referencias arty, el espíritu atemporal y la personalidad tan marcada son los tres factores que han llevado a la joven diseñadora a convertirse en una de las mujeres que luchan por que la moda, en un futuro, sea más lenta que rápida.