Aunque ya han pasado varios meses desde que los duques de Sussex soltaron el bombazo de que se alejaban de la Familia Real británica -dejando de ser miembros sénior-, todavía nos estamos acostumbrando a la nueva vida de la pareja. Pero por mucho que ya no sea una royal, que haya cruzado medio mundo en una mudanza transoceánica con el pequeño Archie o que haya cambiado los salones del palacio de Buckingham por Beverly Hills, hay algo en lo que los fans de Meghan Markle coinciden: su armario sigue fascinando. Y es que el estilo ha sido clave a la hora de que su comunidad de seguidores se volviera tan universal. ¿Cómo resistirse a su gusto que combinaba lo mejor de Hollywood con la elegancia del bobret? A día de hoy, sus looks siguen siendo toda una declaración de intenciones, claros mensajes a través del vestidor que ya lanzaba cuando en su agenda diaria no faltaban actos oficiales. Pero la verdadera sorpresa es que, el último de ellos, nos ha dejado con la boca abierta, ya que habría encontrado su particular 'top de la venganza' en su aparición de este viernes. Así que, como ya hizo la madre del príncipe Harry 26 años antes, Meghan encontró en la moda su personalísima forma de rebelarse.
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Hailey Baldwin rescató el vestido más atrevido de Lady Di en su look nupcial
El revenge dress, el vestido que Diana de Gales llevó en 1994 con escote palabra de honor que se ceñía a su figura, recibió ese nombre al tratarse del look que escogió para la misma noche en que el príncipe Carlos admitió su historia de amor con Camila de Cornualles. Tanto la prensa como los fans de Lady Di vieron en aquella elección -tan poco habitual si repasamos su estilo y demasiado sexy para tratarse del armario de una royal, ya que la vestimenta suele ser más clásica- una especie de venganza contra el padre de sus hijos, llegando a competir por el protagonismo en su día. Y es que por mucho que llevaba años en su armario, la madre de Harry y Guillermo de Inglaterra no había encontrado una buena ocasión para llevarlo al considerarlo demasiado atrevido. Sin embargo, no significa que Meghan haya llevado un little black dress como aquel que diseñó Christina Stambolian (¡aunque tenemos que admitir que nos encantaría que lo llevara!).
No ha sido un 'vestido de la venganza' lo que Meghan ha escogido para su participación en The 19th, un evento que conmemora el centésimo aniversario del sufragio, en el que participó virtualmente con algunas de las mujeres más influyentes del mundo como Hillary Clinton o Mery Streep. Pero, en cierta manera, sí que podemos considerar su look una especie de revancha particular a la Familia Real británica, más en concreto a su etiqueta. El dress code de los Windsor es conocido por ser uno de los más rígidos. Y, entre sus muchas normas -una de ellas es la que dicta que todas las royals deben acudir siempre con medias- habría una que tanto Kate Middleton como su cuñada, habrían estado cumpliendo estos años.
De todas las sombras de la paleta que hemos visto llevar a las duquesas británicas en los grandes eventos, hay una que brilla por su ausencia: el naranja. Según las expertas en estilo, se trata de un color delicado al no quedar bien en foto, por lo que sería una razón que explicaría por qué tanto Meghan como Kate lo habrían evitado... Hasta ahora. Para su participación del viernes, la mujer del príncipe Harry rompió aquella norma con un top anaranjado de seda firmado por Hugo Boss, pieza que cotaba 95 euros y como era de esperar, se ha agotado al poco de la aparición online. Si bien es un diseño que destaca por la sencillez - hablamos de una prenda lisa, recta y sin mangas-, tendría un significado oculto muy potente si tenemos en cuenta que se trataría de uno de los matices que tenía 'prohibidos'.