No vamos a mentir, nos encanta que Ana de Armas pasee junto a su pareja Ben Affleck y sus dos perros por la sencilla razón de que nos conquista con cada estilismo que luce. Y es que, aunque cada vez sea más habitual verla por las calles de Los Ángeles, es inevitable pensar de inmediato cuál será el próximo estilismo con el que nos sorprenda. Ella es la responsable de que la combinación veraniega poncho con shorts vaqueros se haya convertido en nuestra favorita o que de que nos vuelvan a apasionar los pantalones pitillos. Pero claro, si hay un estampado que cada primavera/verano vuelve al armario es el floral y, como era de esperar, en el amplio vestidor de la actriz tampoco podía faltar. ¿Su última elección? Un vestido bohemio que ella lleva con flip-flop pero imaginamos a la perfección con alpargatas o taconazos.
VER TAMBIÉN: Vestidos de flores diferentes para chicas que no son como las demás
Para nuestra sorpresa, el último look de Ana de Armas no ha estado protagonizado por pantalones, ya que esta vez se ha decantado por un vestidazo al más puro estilo años 70. De la firma Farm Rio (209 euros), color blanco, corte midi, flores de colores bordadas y mangas largas abullonadas ha sido la apuesta de la actriz para su romántico paseo junto a Ben Affleck en el que no han faltado muestras de cariño. De esta manera, la cubana se suma a la larga lista de mujeres que han sucumbido a los encantos del estilo hippie con una prenda de lo más fresquita y favorecedora a todo tipo de siluetas, puesto que gracias a no ceñirse ni ajustarse al cuerpo, no da calor y, además no marca las curvas. Pero la inspiración californiana no solo se ha apoderado del vestido, sino que la actriz ha completado el look con el calzado hippie por excelencia: las chanclas de dedo, aunque eso sí, en su versión más chic.
Pero si ya te estás imaginando con un vestido de este estilo cenando en la playa con el sonido del mar de fondo, puedes elevar el look sustituyendo las chanclas por unas sandalias de tacón, ya sean acolchadas, de tiras o de espiral o bien por unas alpargatas de cuña. Quien tiene un vestido de estética setentera, tiene un tesoro, y no lo decimos solo nosotras, también las firmas de moda lo han demostrado a lo largo de todos estos años, y es que estamos ante una prenda atemporal que, pasen los años que pasen, siempre será una de las apuestas estrella del verano.