Esta claro que, a la hora de vestirte, el estilo propio es lo que debe primar; así nos lo confirmaba la estilista Támara Vekic. La moda es una forma de expresión individual y también de pertenencia un determinado grupo, y por ello, elegir las prendas con las que te sientes bien es siempre un acierto. Sin embargo, hay ocasiones en las que, nos guste o no, nuestro look debe ceñirse a cierto protocolo. E incluso en 2020, cuando el dress code es tan amplio y difuso como las tendencias, una boda es un momento en el que sí deberíamos seguir ciertas reglas para no caer en los siguientes errores, mucho más comunes de lo que puedas imaginar.
Volantes... en exceso ✗
Puede que, desde hace un par de veranos, los volantes sean el detalle favorito de las chicas que mejor visten, y es cierto que tienen el poder de hacer ultra femeninos incluso los básicos más sencillos. Sin embargo, recuerda que en una boda la que protagonista es la novia y que disfrazarte de princesa con un vestido de volantes XL no es la mejor idea. Si no quieres renunciar a ellos, elígelos solo en pequeños detalles como el escote, las mangas o el bajo de la falda.
Tan femenino como los volantes, pero más discreto ✓
Si lo que te atrae de los volantes es el aura dulce que consiguen, opta por un traje de tweed, un gran acierto especialmente en bodas tradicionales de día. Con este tipo de look te sentirás tan femenina como con un vestido de volantes pero irás mucho más sofisticada y discreta.
Colores muy claros ✗
Aunque el dress code clásico solo prohibe vestir de blanco, en las fotos, los colores más claros pueden competir del mismo modo con el vestido de la novia. Por eso es mejor evitar cualquier tono muy, muy claro, ya sea rosa, nude, azul pastel...
Colores muy oscuros ✗
Negros, grises y marrones oscuros tampoco son bienvenidos en estas celebraciones, especialmente si tienen lugar durante el día. La diseñadora de Art Dealer y exresponsable de moda de The Blonde Salad, Carolina Cerutti, explica por ejemplo que "vestir de negro y de colores oscuros para suavizar curvas es solo un límite para las mujeres (...). Yo pensaría en vestidos de colores suaves para lograr siempre un efecto luminoso".
Colores alegres ✓
¿Qué implica más alegría que la celebración del amor? Una boda es el momento perfecto para apostar por esos tonos brillantes que quizá no tienen cabida en tu día a día. Elige uno que combine con tu color de pelo (un factor a tener en cuenta) o que potencie el bronceado, y acertarás.
Un vestido de punto ✗
Es el tejido que lleva en boca de todos (y en el armario de las expertas) durante todo 2020, pero una boda no es el mejor momento para hacer gala de lo bien que te sienta. Realmente, el punto tiene una esencia sport (¡así lo quiso Coco Chanel!) que deberías evitar en ocasiones formales.
Tejidos satinados ✓
Al contrario, los vestidos y las faldas satinadas sí son buenas alternativas de tendencia ya que estos tejidos evocan más lujo y sofisticación que el punto o el algodón. Además, podrás reutilizar tu look de invitada más tarde ya que las tendencias han dictado que el dúo slip dress y zapatillas seguirá presente todo el verano.
Escotazo en 'V' ✗
Bien, aquí las opiniones pueden ser encontradas. Es cierto que no por ir a una boda tienes que renunciar obligatoriamente a vestir sexy, pero hay formas y formas de hacerlo. Por ejemplo, elegir uno de estos minivestidos puede ser una opción acertada, y lucir un escotazo, especialmente si es una ceremonia religiosa... no.
Dos piezas con abertura ✓
Otra alternativa para añadir un toque sexy adecuado para una boda es optar por un crop top combinado con una falda larga o un pantalón. El look estampado de la imagen, por ejemplo, sería perfecto para una boda campestre, aunque también puedes elegir un dos piezans con el abdomen descubierto en tejido liso si es en la ciudad.
Sandalias de tiras... nuevas ✗
Kate Moss dice que son el calzado que llevaría a todas horas, pero una ocasión importante no es el día idóneo para estrenarlas porque es muy posible que alguna de las tiras termine por hacerte rozadura. Por eso, estrénalas varias semanas antes para adaptarte a ellas (y ellas a ti) o elige un tipo de zapato más cómodo, por ejemplo, unas sandalias acolchadas.