Desde que las redes sociales comenzaron a formar parte de nuestra vida, son muchos los conocimientos que hemos aprendido sobre la fotografía. La poses que más estilizan, los colores que más favorecen, los paisajes más bonitos o las horas del día en las luz natural es mejor para la captar la instantánea son algunos de los factores que infieren de forma directa, siendo este último, quizá, el más importante si queremos conseguir un selfie perfecto. Por supuesto no todos los momentos del día tienen la luz que mejor sientan, pero sin duda, si los profesionales tuviesen que decantarse por uno que favorezca más que el resto, sería el atardecer. Catalogado por las expertas como la golden hour, son muchas las que han demostrado que esta 'hora de oro' (que pocas veces llega a durar 60 minutos sino que se trata más bien de un concepto) es capaz de sacar nuestra mejor versión. Y Sara Carbonero, guapísima, lo acaba de reafirmar.
Solo hace falta echar un vistazo a las fotografías de la periodista para darse cuenta de que los lugares de ensueño, las playas portuguesas y los planes caseros no son los únicos protagonistas de sus publicaciones, sino que la frase golden hour es la más repetida en sus perfiles sociales. Y te preguntarás, ¿de qué manera incide la luz durante el atardecer para que consiga un resultado inigualable? Pues bien, en la fotografía, el elemento más importante es la luz, y la del amanecer o la del ocaso aporta una escala de colores que consiguen de forma natural la 'hora de oro'. Los tonos del cielo son cálidos, en una escala que va desde el amarillo al rojo pasando por el rosa o el naranja, por lo que el perfecto contraste que producen con la piel potencia el bronceado y dan más intensidad a la ropa. De ahí su nombre, porque normalmente logra un color dorado.
Uno de los trucos más utilizados por la periodista para potenciar sus rasgos, especialmente los ojos, es aprovechar el atardecer a través de una ventana para que los rayos del sol infieran de forma oblicua pero jugando con la luz y las sombras. De esta manera, parte del rostro se queda más oscura (y en segundo plano), mientras que otras partes se dotan de luminosidad y, así, impulsan el color de su piel. También es muy habitual verla posando con el sol sobre el horizonte o a medida que se esconde, siendo esta una forma de añadir profundidad a la instantánea. La clave está en ocultar el sol detrás de la persona, lo que resalta su contorno.
Así que, si ya estás pensando en hacerte un fotón mientras ves el atardecer desde la playa, es importante que tengas en cuenta estos factores: estudia la localización para saber la hora exacta en la que tiene lugar 'la hora dorada' y por dónde se va a esconder el sol; aprovecha los diferentes momentos de luz, como fotografías a la sombra mientras la luz todavía es dura y con fuertes contrastes, en las que se filtra la luz y tenemos una atmósfera mágica o a contraluz en la que aparezca la silueta de nuestro sujeto; cierra mucho el difaragma y conseguirás un efecto estrella y, por último, elige un paisaje con o sin nubes (lo más sencillo es con el cielo despejado, pero las nubes crean tonalidades de colores).