Si algo nos ha enseñado la moda es que para que una prenda se convierta en tendencia no solo tiene que pasar las barreras de la pasarela sino también de los street style más prestigiosos. Muchas lo consiguen y terminan haciendo historia, pero otras se quedan por el camino. Y de entre todas las corrientes estilísticas que marcarán los próximos meses -que son muchas, y en su mayoría aprobadas por Zara-, hay algunas que destacan por encima del resto. Hablamos del estilo cut out que arrasa entre las modelos, del popular tejido veraniego crochet o del clásico y atemporal estampado floral, pero no hay que olvidarse de una prenda que nos traslada a nuestra infancia y que ya se ha convertido en el objeto de deseo de las que más saben de moda. ¿Sabes a cuál nos referimos? Un vestido, en su mayoría de corte mini y satinado, con tirantes y escote fruncido acabado en lazada.
Pero su aire romántico y naif no es lo único que le ha convertido en un imprescindible del armario de las expertas, sino que más bien ha sido su forma cuadrada con los tirantes finos que resalta la clavícula, su costura drapeada bajo el pecho que lo levanta y su sensación de volumen si tienes poco pecho y de elevación si tienes mucho, la fórmula secreta de su éxito. Parecido y distinto al slip dress al mismo tiempo, ya que sigue la estética lencera pero carece del escote en cascada o en forma de "V" y no siempre cumple el requisito de tirantes 'efecto spaguetti'. ¿Cómo se traduce esto? Que tengas el tipo de figura que tengas, te sentará igual de bien gracias a su tejido poco ceñido. Además, se amolda a todos los estilos, ya que puedes encontrar diseños de estampados llamativos, colores vibrantes, pero también tonalidades suaves (las que más resaltan el bronceado).
LEER TAMBIÉN: Vestidos de verano para llevar ahora con sandalias planas y reciclar en un lookazo de invitada
Pero si esto no fuese suficiente para convencerte de que lo incluyas dentro de tus favoritos veraniegos, tenemos que avisarte de que es perfecto para todo tipo de ocasiones y situaciones estilísticas (además de acabar con el famoso debate de ¿qué me pongo?). Desde su faceta más urbana para salir a dar un paseo por el parque combinado con unas zapatillas o unos botines cowboy hasta su lado más sexy y elegante para asistir a una cena con amigas, una cita romántica o un atardecer en un chiringuito... O incluso en un look de invitada -si es más largo, como el diseño lila de Zara- conjuntado con unas sandalias pala, acolchadas o de tiras o, por supuesto, con el calzado estival por excelencia: las alpargatas.