Nunca han pasado de moda, especialmente si pensamos en los trajes de flamenca, pero de un tiempo a esta parte son uno de los estampados preferidos de chicas que poco o nada tienen que ver con Andalucia. Los lunares han traspasado las fronteras del folclore, al que estaba arraigado hace unos años, para convertirse en uno los print más demandados de los estilismos urbanos y de invitadas. Aunque la atemporalidad es una de sus principales ventajas, esta temporada han invadido el street style y prometen ser una de las estrellas de entretiempo, protagonizando muchos de los looks primaverales. Firmas como Chanel, Elie Saab, Balmain, Saint Laurent o Carolina Herrera han decidido volver a recuperar un clásico que no pierde fortaleza y consigue renovarse y adaptarse a las nuevas tendencias que van naciendo.
© Getty ImagesY es que, el hecho de ser un print tan llamativo hace que toda la atención del estilismo se centre en él, especialmente si se lleva en versión total look, como propone la tendencia del momento. Por eso, no necesita demasiados añadidos para conseguir un estilismo impactante y genial. Más allá del binomio clásico del blanco y negro, esta primavera el polka dots -otra manera de referirse a ellos- traen consigo una gama de colores mucho más amplia, entre la que se encuentran tonalidades como el rosa, azul, amarillo o verde que ya han impregnado los vestidos o las combinaciones de blusa y falda. Pero también las más discretas pueden aprovechar el beneficio de los lunares, porque incluso en pequeñas dosis -una falda, un pantalón, unas bermudas, unos zapatos...-, son capaces de conseguir un lookazo a partir de otros básicos.
© Getty ImagesEn versión XL, medianos y sutiles, de tamaños diferentes, multicolores o en pequeñas dimensiones, las opciones para apostar por ellos son prácticamente infinitas, por lo que no hay excusa para teñir nuestras prendas de este estampado con tanta personalidad y tan femenino. La moda es cíclica y las tendencias van y vienen, pero el hecho de que Julia Roberts marcase un antes y un después con un vestido marrón de lunares en Pretty Woman o que Diana de Gales fuese el centro de todas las miradas con otra puesta polka dots en las carreras de Ascot en 1988, nos hace tener muchas pruebas y ninguna duda de que este print, que forma parte del grupo de los clásicos, nunca desaparecerá de nuestras vidas y siempre será una opción segura con la que acertar.
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