Meghan Markle se encuentra a punto de agotar los últimos eventos de su agenda real antes de que, tanto ella como el príncipe Harry, dispongan de independencia para gestionar sus propias citas oficiales. Los actos le han llevado de vuelta a Reino Unido, donde no ha perdido la oportunidad de hacer que sus fans más melancólicos recuerden una de las cosas que echarán de menos en la nueva etapa de la duquesa de Sussex: sus looks. Y es que, a su vuelta, la maleta que ha ido desvelando no ha dejado de dar sorpresas. Desde el tercer vestido de Victoria Beckham (sacándola por fin de su lista de firmas 'prohibidas') al bolso made in Spain que ha llevado este viernes, otro estreno español. Aunque uno de los platos fuertes tendría lugar el sábado por la noche, ya que ambos acudirían al Royal Albert Hall de Londres para asistir al Festival de Música de Mountbatten, un evento nocturno en el que las expectativas del estilismo estaban por las nubes. Y no, no defraudó con un diseño largo que se ha merecido un hueco en la lista de lookazos de 'efecto Wow': un vestido rojo.
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Además de protagonizar una entrada que enloqueció a sus fans por ir a juego con el príncipe Harry, quien lucía también una chaqueta en escarlata, aclaró mediante su look por qué es una de las mujeres con más estilo del panorama internacional. Para su cita nocturna también optó, como el día anterior, por darle protagonismo a la parte superior del cuerpo, ya que la falsa capa que cubría sus hombros era el detalle que más llamaba la atención del diseño firmado por Safiyaa. Con forma de campana, aportaban volumen a la zona estilizando su silueta.
La anchura se ajustaba a su figura sin llegar a ser demasiado ceñida, en definitiva, una creación bastante minimalista que dejaba que el rojo fuera el protagonista absoluto. Y es que el color más cálido de la paleta tiene un significado muy especial al relacionarse con conceptos como poder, fuerza o valentía. Una serie de cualidades por la que otras mujeres de la realeza incluyen a menudo en sus elecciones estilísticas la tonalidad que tanto recuerda al fuego.
La creación, bautizada como Kalika, forma parte de la firma de lujo cuya visión creativa busca desarrollar diseños atemporales que celebren la feminidad. Y es que, como aparece reflejado en la web de la marca, su objetivo es "hacer que las mujeres se sientan fuertes y seguras". Un fin que sin duda habría ayudado a Meghan a afrontar uno de sus últimos actos como miembro sénior de la Familia Real británica, decisión que no ha estado exenta de polémica. Con un precio de 1.499 euros, el vestido no fue el único elemento escarlata de la mezcla, ya que sincronizó los complementos creando una composición llamativa, pero muy armónica. De los pendientes a los zapatos de tacón, pasando por el bolso, la duquesa de Sussex se convirtió en la auténtica 'mujer de rojo' por una noche.