Que la primavera se encuentre a la vuelta de la esquina significa que la temporada alta de bodas también está al caer. Encontrar un look de invitada perfecto suele requerir dos cosas: que se pueda reutilizar en otra ocasión para sacarle el máximo partido y que nos haga estar cómodas y vernos bien, el mejor consejo de los expertos. Sin embargo, las amantes de la moda añadirán una tercera petición, que sea tendencia. Si este es tu caso, déjanos prevenirte: no todas las propuestas de pasarela de esta temporada deberían entrar en tu armario para bodas. De hecho, por mucho que haya vestidos que te apasionen, es mejor darles salida en otra clase de eventos o en noches especiales. Para identificarlos correctamente, no te pierdas nuestra galería de street style donde aprenderás qué anchuras, tejidos y estampados es mejor evitar en una boda.
Babydoll
El corte más naíf del armario será un exitazo esta temporada (y es tan femenino y romántico que no te imaginarás un solo día de primavera sin un vestido abullonado). Sin embargo, deberías dejarlo fuera de tu búsqueda del look de invitada. En vez de eso combínalo con unos botines o unas sandalias para las ocasiones más especiales de los próximos meses. Louisa Theresa Grass demostró que es perfecto para el día a día con su diseño firmado por Ghospell que combinó con bolso de Chanel y botas de Zara.
Estructurados
El sorprendente diseño que Leonie Hanne escogió para el desfile de Dion Lee en Nueva York no deja a nadie indiferente con sus bolsillos de plastrón, así como con el escote que los imita. Sin embargo, tanto los bordados como el escote o la abertura de la falda dejan claro que no es el mejor look para ir a una boda de invitada. Aunque no todo está perdido, un cárdigan como el de la influencer -minimalista y elegante- puede funcionar por encima de cualquier vestido.
En punto verde pistacho
El fruto seco ha conquistado el street style de las mujeres mejor vestidas del mundo. Gala González se sumó a la tendencia con un diseño de falda y top a la última realizado en punto, un tejido que tampoco faltará esta primavera. Sin embargo, al ser un material tan informal, resulta difícil imaginarlo en un look de ceremonia. ¿Lo mejor que puedes hacer? Reservarlo para tus días de trabajo, una cena de afterwork o incluso un plan con amigas sumándole unas zapatillas. ¡Viva la comodidad!
Con transparencias
Loewe, Zimmermann o Valentino han sido claros al respecto: las transparencias no se van a ninguna parte. Gabrielle Caunesil fue una de las invitadas a Elie Saab que lo demostró con su little black dress semitupido. Con las botas altas a tono, parece haber dado con la mezcla perfecta para ir de fiesta, aunque mejor dejar modelos menos transparentes para acudir a una boda. Ante la duda, y si no encuentras nada que te convenza, ¿por qué no buscar un diseño a medida?
Al estilo 'Mujercitas'
Por mucho que la novela de Louisa May Alcott haya calado incluso en la industria de la moda (le damos las gracias a la película por hacerlo posible), no imaginamos este tipo de modelos para cualquier ocasión. Como Marta Cygan, puedes optar por llevar tu vestido campestre al trabajo si le añades una americana o unas sandalias espiral, la última obsesión de las amantes de las tendencias. ¿Que prefieres dejarlo para ocasiones más informales? Juega con las sneakers o una riñonera cruzada, a modo de bandolera.
Estampado setentero
En busca del perfecto vestido de tendencia, Jeanette Friis Madsen propone el look midi con mangas abullonadas, un tipo de patrón que afina la silueta. ¿El único problema que le vemos? El motivo dibujado. Mientras que flores, diminutos lunares o abalorios bordados a modo de print son algunos estampados con los que es posible acertar (¡y hasta convertirse en una de las mejor vestidas de la boda!), mejor dejar el de inspiración estilo años 70, como el de la danesa, para ocasiones más informales.
De flores y cuello camisa
El little black dress tiene un sustituto durante los meses de buen tiempo: el minivestido de flores. Un estreno que te acompañará desde la tarde de festival hasta la noche de fiesta. Pero por muy versátil que te parezca este diseño -que incluso puedes llevar en tu look de oficina con una blazer como esta invitada a la Semana de la Moda de Copenhague- igual no es lo bastante arreglado para una ceremonia.
Minivestido de terciopelo
No todos los vestidos sexies pasan la prueba de fuego del armario por mucho que te gustaría exprimirlos al máximo. Es el caso del diseño de terciopelo con aplique joya en el talle y falda mini. Así como podemos imaginarlo a la perfección en cualquier plan nocturno, si tu idea es hacerte con una prenda atrevida, es mejor que te fijes en estos otros modelos.
Túnica
Las vaporosas túnicas que presentaron en pasarela Alberta Ferretti o Rouland Mouret, son la prueba de que los vestidos bohemios y sueltos volverán en la primavera. Podrás llevarlos con deportivas XL o botas altas como hizo Stephanie Broek. Pero por muy fan que seas de este tipo de anchuras, es mejor que las dejes para tus elecciones más casuales. Aunque un buen taconazo le sumaría puntos de estilo, tanto la caída como el corte invitan a que lo luzcas en otras ocasiones.
Vestido camisero de cuero
El tejido que mejor se lleva con el entretiempo también quiere convertirse en uno de los favoritos de la primavera. Boss, Deveaux o Max Mara han encontrado en este tipo de prendas la opción perfecta para llevar las 24 horas del día. Tanto con zapatos semiabiertos, sandalias de punta cuadrada o botines para los días más fríos. Aunque en monocolor el acierto está asegurado, ¿por qué no jugar con el armario creando un color block?
Vestido-americana
La prenda de Larsen Thompson lo tiene todo: la elegancia de un blazer y la feminidad de un vestido. No es de extrañar que, por esos motivos, fuera su look para pasar una jornada en la Semana de la Moda de Nueva York. Y aunque se trata de uno de los diseños más formales del armario, no llega a ser lo bastante arreglado como la ceremonia. Pero, ¿y qué hay de dejarlo para la preboda?
Bohemio
Los vestidos sueltos de estética boho chic parecen hechos para el entretiempo, al funcionar tanto con unas sandalias de tiras como con unas botas slouchy. Son cómodos, divertidos y resuelven cualquier cita si entras en la crisis de armario de "No tengo nada que ponerme". Su único 'inconveniente' es que no podrán acompañarte a una boda si tu idea era que te solucionaran el look de invitada. ¿Nuestro consejo? Que no te compliques y le des una oportunidad al dos piezas.