No, no es fácil encontrar unos pantalones acampanados que saquen todo el partido. De hecho, teniendo en cuenta que el pitillo cada vez se aleja más y más, las amantes de las tendencias no dejan de preguntarse quién relevará al diseño más estilizador del armario. La respuesta parece haberla encontrado Irina Shayk durante su visita laboral a Milán -hemos podido verla en algunas de las pasarelas más importantes de la capital italiana de la moda-. Siendo una de las figuras más influyentes de la industria, está acostumbrada a resolvernos algunas de las dudas de estilo más frecuentes, como por ejemplo cuando dio con el look capaz de sustituir al vestido de fiesta negro. Para la supermodelo no hay que darle muchas vueltas al armario, es tan sencillo como atender a una serie de características a la hora de escoger el patrón más favorecedor, un corte que sienta bien sea cual sea tu cuerpo. ¿Quieres descubrirlo?
Fue este viernes cuando la rusa, de la mano de su amigo el agente de modelos Ali Kavoussi, estrenó el pantalón al que nos estamos refiriendo: uno acampanado. El diseño de Irina, cubierto de estampado paisley y mariposas en tonalidades nude, violeta, verde oscuro y naranja, se trata de una prenda de Etro que cuesta 380 euros. Luciendo antes que nadie las propuestas de la pasarela, su adquisición pertenece a la colección Primavera/verano 2020 de la firma. Aunque eso no significa que la pieza made in Italy sea el único diseño a prueba de todo tipo de siluetas.
Para empezar, recurrió al tejido vaquero, un material que, por caída, consigue estilizar gracias a su acabado mate. Aunque fue el corte, a la altura del talle, lo que realmente hizo que las piernas de la top parecieran infinitas (y es que este tipo de patrón le 'roba' centímetros a la parte superior del cuerpo). No todos los modelos de campana funcionan para alargar la figura. Un diseño que se encuentra entre el slouchy y la pata de elefante parece perfecto para liberar la silueta dando sensación de anchura relajada y oversize.
Aunque Irina no se fijó únicamente en las características del vaquero. Sus años sobre la pasarela le han enseñado algún que otro truco a la hora de parecer todavía más alta. Teniendo eso en cuenta, ¿qué mejor broche para la combinación que un buen par de taconazos? Con unos zapatos con plataforma delantera, la maniquí le puso el broche a una mezcla que parecía inspirada en la estética hippie chic de la década de los 70. Aunque consciente de esto, un jersey y un bolso de mano con el dibujo animado del ratón Jerry estampado actualizaron el resultado.