El minivestido 'glitter' con el que Chiara Ferragni se convirtió en una Pocahontas de 2020

Como si de una Pocahontas moderna se tratase, Chiara Ferragni ha acaparado todas las miradas (y los likes) con su última apuesta de estilo. Un diseño inspirado en el icónico vestido de la princesa nativa, que tantas veces ha sido versionado, es la apuesta elegida por la empresaria para asistir a la premier de su docufilm, 'Chiara Ferragni Unposted', en California. La fauna y flora de la selva se ha reemplazado por el glamour de Los Ángeles y la influencer ha cambiado el color marrón original por el azul, el estampado étnico por el brillo, el cinturón de piel por uno de cristales, el collar de madera por las joyas y las babuchas por los tacones. El Grauman's Chinese Theatre ha sido testigo no solo del look deslumbrante, sino también del premio otorgado a la italiana por su documental. 

© chiaraferragni

De largura mini, de corte asimétrico y desprendiendoglitter -uno de los acabados más utilizados por la italiana- por los cuatro costados, así ha sido la apuesta por la que se ha decantado Chiara para esta velada nocturna. Cristahlea ha sido la encargada de firmar el estilismo, una marca australiana que ya ha vestido a otras celebrities, como Katy Perry, en anteriores ocasiones. Por su parte, su look de belleza tampoco ha pasado desapercibido y, aunque ha llevado la melena suelta -como en la mayoría de ocasiones-, el maquillaje ahumado de los ojos ha sido lo más destacado, ya que, en vez de seguir la grama cromática de azules, como la del vestido, ha optado por colores rosados, lo que ha producido un perfecto contraste con el color de sus pupilas. 

© chiaraferragni

Pero el vestido glitter y el premio recibido no han sido los únicos protagonistas de la velada, sino que la influencer, después de otorgarle el galardón se ha ido a cenar a uno de sus restaurantes italianos preferidos de Los Ángeles, donde ha cambiado el glamour por la comodidad y se ha puesto un total look negro y rosa de estética deportiva de su firma homónima, aunque el abrigo de pelo lo ha mantenido en ambos estilismos, lo que corrobora que la moda no entiende de reglas, solo de gustos.