Las ceremonias de premios anuales no solo dejan a su paso una amplia alfombra roja o una serie de galardones otorgados, sino que también son una fuente de anécdotas, y los Grammy no iban a ser una excepción. La actuación en castellano de Rosalía, el homenaje al recientemente fallecido, Kobe Bryant o una emocionada Demi Lovato en su regreso a los escenarios fueron algunas de las curiosidades más destacables de la velada. Sin embargo, Ariana Grande, que no solo acaparó la atención de todos los focos con sus dos apuestas estilísticas: un diseño de Giambattista Valli Couture en tul gris azulado con una voluminosa falda de volantes y escote palabra de honor y un dos piezas, también grisáceo y voluminoso, de Schiaparelli Couture, fue una de las grandes protagonistas de la velada cuando subió al escenario a cantar su tema 'Thank you, next'.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Y es que, su ruptura con Pete Davidson, cuatro meses después de que anunciasen su compromiso en 2018 -un romance fallido que estuvo marcado por la muerte de Mac Miller, ex pareja de la estadounidense-, inspiró a la cantante a escribir este tema. Pero con la llegada del nuevo año, parece que Ariana tiene más que olvidada esta relación y así lo demostró la pasada noche cuando, durante su actuación en el escenario de Staples Center de Los Ángeles, se quitó de manera simbólica un anillo de compromiso. La artista caminó hacia la cama, donde hizo amago de sacarse esta joya del dedo y colocarla, nuevamente, dentro de una caja. Muchos han sido los fans que han visto en este acto un guiño hacia la estrella de Saturday Night Live y es que, pese a que su noviazgo duró unos meses, mantuvo enganchados a miles de personas.
Por si este acto no hubiese sido suficiente para desatar la polémica, a través de sus perfiles sociales, la artista contestó con un sí rotundo a la pregunta que una de sus fans le hizo respecto a que si la noche de los Premios Grammy terminaba con una era, una respuesta que la cantante acompañó con tres emoticonos: un emoji triste, un anillo y una caja. Ariana lo tenía claro: el año pasado no quiso asistir a esta gala porque los organizadores del evento le exigieron cantar un single elegido por ellos, pero este año volvió con más fuerza que nunca y, pese a no alzarse con ningún gramófono dorado, su presencia hizo historia.