Puede que Meghan Markle multiplicara su legión de fans desde que empezó su relación con el príncipe Harry por su naturalidad y frescura. Pero es indiscutible que, si hay algo que le haya hecho ganar nuevos seguidores, ha sido su armario. A medio camino entre Hollywood y el bobret -estética que define sus looks-, el estilo de la duquesa de Sussex causó tanto furor, que, por todo el mundo, se ha desatado el 'efecto Meghan'. Algo que se traducía en ventas hasta que se agotaban las existencias de las prendas que había lucido con unas horas de anterioridad. Y es que su gusto personal formará parte de la historia de las mejor vestidas del panorama internacional, un título en el que las firmas de lujo más exclusivas han tenido un papel fundamental al ser escogidas por ella para acudir a eventos con lookazos de ensueño. Sin embargo, la estrategia habría cambiado este último año, lo que podría interpretarse como que sus elecciones estilísticas hablaban de lo que estaba por llegar. ¿Anticipó su vestidor sus planes de dejar de ser miembros senior de la Familia Real antes que nadie?
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Si bien la noticia ha tomado por sorpresa al mundo entero -especialmente la de que el objetivo de la pareja es el de tener la economía independiente de la realeza británica-, el armario de la duquesa de Sussex podría haber lanzado pistas del cambio de rumbo. Y es que quien ha sido conocida por llevar en primicia algunos de los diseños exclusivos de la pasarela, de firmas como Givenchy, Dior, Oscar de la Renta o Stella McCartney, se habría alejado a lo largo de este último año de creaciones tan inalcanzables. ¿A cambio? Propuestas más asequibles y, como cualquier mujer, volver a usar sus prendas versátiles, algo que ha empezado a hacer con mayor frecuencia estos últimos meses.
Tanto ella como el Príncipe se encuentran muy preocupados por el medio ambiente, por lo que exprimir al máximo el armario, dándole muchos usos a la ropa, es algo que se aleja de la industria del fast fashion, la misma que aboga por estrenar constantemente. Además de reciclar, como comentábamos unas líneas antes, lucir prendas al alcance de todos los presupuestos es algo que también ha potenciado Meghan Markle de un tiempo a esta parte. Cabe recordar que, en 2018, la duquesa de Sussex no solo se disputó el título a la más influyente de la moda con Kylie Jenner -título que revalidó en 2019-. También fue la mujer de la realeza que hizo mayor gasto de armario, algo que se tradujo en críticas (el presupuesto destinado a su vestidor llegó a alcanzar casi los 454.000 euros).
Alejarse de la Casa de Windsor en el aspecto económico se traduce precisamente en eso, en que uno de los primeros gastos que se verán recortados serán los destinados a la ropa. Para la duquesa de Sussex no es un problema. Partiendo de que Zara se encuentra entre sus firmas predilectas, este miércoles, poco antes de que diera la noticia de que iba a alejarse de la Familia Real Británica, Meghan estrenó otra adquisición española, de Massimo Dutti. Lo mejor de todo es que ha podido demostrar como con un presupuesto más ajustado sigue siendo una royal con mucho estilo.