Los secretos del vestuario de 'Mujercitas' y otras curiosidades del estreno más esperado
Emma Watson, Timothée Chalamet o Saoirse Ronan protagonizan la nueva adaptación de la novela de Louisa May Alcott
La ganadora del premio Oscar en la categoría de "Mejor diseño de vestuario" por la película Anna Karenina, Jacqueline Durran, ha sido la elegida para elaborar los diseños que las hermanas March llevarán en el nuevo remake de Mujercitas. La cinta, en cines desde el 25 de diciembre, está dirigida por Greta Gerwig y cuenta entre su reparto con algunas de las actrices y actores más prometedores de la generación Z (Saoirse Ronan, Timothée Chalamet...), junto con el icono millennial Emma Watson y otros pesos pesados de la industria, como Laura Dern o Meryl Streep. Un ambicioso proyecto que toma el relevo de la versión noventera, donde las estrellas del momento Winona Ryder y Claire Danes fueron los grandes reclamos. La película es una adaptación de la obra homónima de Louisa May Alcott, publicada en 1868 y ambientada en la Guerra de Secesión. Tal y como ha explicado Durran en una entrevista en The Hollywood Reporter, la inspiración para el vestuario la ha encontrado en los cuadros de pintores de la época, como el autodidacta Winslow Homer, y las fotografías de la británica Julia Margaret Cameron, especializada en retratos.
La paleta de colores, las siluetas que definen cada prenda, el tipo de diseños que luce cada hermana... todo ello está condicionado por la personalidad de cada uno de los personajes. "Me pidieron que tuviera en cuenta la estética prairie", explica la propia diseñadora de vestuario al portal Refinery 29. Si te gusta estar al tanto de las tendencias es posible que este término te resulte familiar. Desde hace varios meses, los vestidos prairie -concepto que podría traducirse como vestido de inspiración campestre- colman los armarios de las amantes de la moda, gracias a firmas como The Vampire's Wife o Loveshackfancy, dos de los sellos más populares del universo Instagram. Junto con los diseños prairie, también destaca la estética victoriana, fácil de reconocer en el armario de algunos personajes, como Laurie, papel encarnado por Timothée Chalamet. Este personaje masculino comparte muchas similitudes con el protagonizado por Saoirse Ronan, que da vida a la rebelde Josephine. Con un armario de aire masculino, en sus looks los corsés se sustituyen por chalecos y trajes: "Jo se intercambia la ropa con Laurie. Hicimos trajes duplicados para que los llevaran en paralelo", ha explicado Durran en una entrevista para Fashionista.
La hermana más interesada en la manera de vestir es Amy (Florence Pugh), ataviada siempre con elaborados diseños que la artífice del vestuario encontró entre las páginas del libro La mode Illustrée, tal y como explica en Fashionista. El corsé no falta en su vestuario, siempre pensado para realzar su figura y muy acorde a la moda afrancesada de la época. Contrastando con el carácter de Amy, está su hermana Beth (Eliza Scanlen), ajena a la moda y con un armario repleto de tonos rosados y marrones. En palabras de la diseñadora "lleva vestidos sencillos que no han sido diseñados para que alguien los vea".
En el caso de Emma Watson, que da vida a Meg, Durran toma como inspiración una mezcla de referencias de lo más interesante. Por un lado, los diseños textiles de William Morris, figura ligada al movimiento Arts and Crafts de finales del siglo XIX y famoso por sus detallistas estampados. Por otro, la estética neogótica, con tintes románticos. Respecto a los colores que dominan su vestidor, se impone la delicadeza de los verdes y lavandas, así como los tonos pastel.
En una de las escenas de la película, la del baile, se encierra uno de los mayores retos de vestuario. Durran logró superar las expectativas e ideó diferentes trajes de fiesta, todos ellos en colores pastel, siendo el diseño rosa de Emma Watson el más llamativo. Sin resultar muy escotados, todos los modelos presentan la zona de la clavícula y parte de los hombros al descubierto, se ciñen a la cintura e incorporan una falda de gran volumen. Los guantes a la altura del codo, los tocados florales y las gargantillas (sí, a finales del siglo XIX ya se llevó el choker) completan uno de los estilismos más evocadores de Mujercitas.
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