El éxito del calzado cómodo no solo se refleja en las calles, donde con un simple vistazo es fácil toparse con mocasines, zapatillas y botines bajos como zapato otoñal más repetido. La buena acogida de estas creaciones ha contribuido a que cada temporada diseñadores de todo el mundo (y todos los estilos) amplíen sus colecciones con propuestas confortables. Las botas militares o los modelos de inspiración trekking son algunos de los ejemplos más recientes. Pero no los únicos. Este invierno los zapatos de tacón bajo y curvo prometen rivalizar con las alternativas más tradicionales e informales, dando lugar a una tendencia: el tacón coma, bautizado así por su parecido con el signo de puntuación. Firmas como Roger Vivier lo incluyen siempre entre sus diseños y, más recientemente marcas como Dior han dado su visto bueno a este tacón, junto con Fendi o Prada, otros de los sellos que lo han incorporado en sus últimos desfiles.
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En color beis, estos botines de tacón medio son de Mango (69,99 euros).
De lunes a domingo
El tacón con forma de coma se ha convertido en un detalle habitual de las colecciones de calzado que María Grazia Chiuri ha creado en las últimas temporadas para Dior, marca que firma el modelo de la imagen. Este tipo de zapato, sin detalles extravagantes pero cercanos a las tendencias gracias a la original silueta del tacón, son la elección acertada a la hora de relevar los salones más clásicos y acertar con el toque final más sofisticado.
Zapatos de tacón coma ancho con 7,5 centímetros de altura, de Zara (89,95 euros).
Botas altas, tacón bajo
Junto con el tacón cuadrado, el tacón coma de pocos centímetros de altura es la solución más efectiva para estilizar la silueta sin necesidad de sucumbir a diseños muy elevados. Muy similares a las propuestas kitten heel, se diferencian en la forma curva del modelo, un guiño sutil pero perfecto para dotar de un aire actual a las combinaciones más típicas de los meses de frío.
Botas con caña elástica y tacón curvo de cinco centímetros, de Fendi (1.100 euros).
Un toque final diferente
Con la vista puesta en la temporada de celebraciones que se avecina, los zapatos de tacón coma se dibujan como una inversión a tener en cuenta para culminar cualquier look de fiesta. Ya sea en su versión destalonada, con adornos joya o alternativas lisas para las chicas más sencillas, son idóneos para renovar los códigos de los estilismos de noche, dejando en un segundo plano los stilettos de siempre.
De ante rojo y sin grandes detalles, estos salones de 4,5 centímetros son el modelo I Love Vivier, de Roger Vivier (550 euros).
Tendencia extra
Si los botines de apariencia clásica no encajan con tu forma de vestir y buscas algo menos convencional, elige un diseño que además de añadir el tacón coma incorpore algún elemento cercano a las tendencias. ¿Un ejemplo? Propuestas que juegan con el contraste de color entre el exterior de la pieza y el tacón, opciones que añaden cadenas o bordados, alternativas con cierres de hebillas múltiples...
Botines con hebilla y adorno de cadenas, con tacón curvo de 4,5 centímetros. De Uterqüe (129 euros).